Así fue la negociación de Uruguay para recibir a los presos de Guantánamo

El gobierno de Mujica envió a un ex tupamaro a dialogar con los representantes de los EEUU. Hubo consultas en WikiLeaks y asesoramiento con servicios de inteligencia de cuatro países

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Cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, le propuso recibir a un grupo de presos de Guantánamo, José Mujica consideró que la persona adecuada para concretar el pedido era José González, un ex tupamaro que goza de la confianza absoluta del mandatario uruguayo y quien estuvo en prisión entre 1971 y 1980.

Según revela el semanario Búsqueda, González organizó un equipo de 15 personas, con las que viajó a los Estados Unidos para comenzar a las negociaciones del traslado. Días después, una delegación de la Casa Blanca fue hasta Montevideo y mantuvo un encuentro en el Ministerio de Interior, en el que presentó el listado de posibles reclusos.

González inició una investigación sobre cada uno de los candidatos elegidos por el gobierno de los EEUU. Esto incluyó una revisión meticulosa en WikiLeaks, la lectura de las memorias de Pervez Musharraf, ex presidente de Pakistán –país en el que fueron capturados los reclusos que irán a Uruguay–, y el asesoramiento de organismos de inteligencia de cuatro países.

Tras concluir que no eran potencialmente peligrosos para el país, el último paso antes de completar la selección era entrevistarlos en la prisión de Guantánamo. De acuerdo con el mencionado semanario, una de las instrucciones fue no preguntar por las actividades pasadas de los presos.

Los presos sólo conocían de Uruguay a los futbolistas Diego Forlán y Luis Suárez

Vestidos de uniforme blanco, con las manos esposadas y encadenados de pies a cabeza, uno a uno fueron interrogado por más de noventa minutos. Desde el equipo uruguayo, se les informó la legislación y que sus familias podrían ser recibidas en el país y aceptadas en las instituciones de educación pública.

Los hombres sólo conocían de Uruguay a los jugadores de fútbol Diego Forlán y Luis Suárez. Algunos agradecieron el gesto del gobierno de Mujica y otros se mostraron interesados en aprender español para poder integrarse en el país.

A partir de todo esto, el Gobierno eligió a cinco hombres: Ahmed Adnan Ahjam, Ali Al Shabaam, Abd Hadi Faraj, Jihad Deyab y Mohammed Tahamatan. Los tres primeros estuvieron en Tora Bora, la zona montañosa fronteriza entre Afganistán y Pakistán, donde se refugió Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda. Luego, fue agregado un sexto preso.

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