Los cortes de carne subieron hasta un 50% en el último año

La carne no le escapó a la inflación y experimentó una fuerte suba en el último año. Los cortes tuvieron alzas desde un 33% hasta un 51% desde febrero de 2013 hasta el mismo periodo de 2014, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que realiza relevamientos en más de 200 carnicerías y supermercados de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires (GBA). Y como ocurre en los últimos años, los cortes populares son los que más aumentaron.

El kilo de matambre pasó de los $45,38 en febrero de 2013 a los $68,37 promedio del mismo mes de este año, una suba interanual del 51 por ciento. La nalga alcanzó la mayor segunda suba de los casi 30 productos que releva el IPCVA. Este corte tuvo un alza del 49% en un año, y llegó a un precio promedio de $68,64 el kilo en los comercios. Con todo, la variación de precio fue muy grande después de la devaluación: este corte subió un 18% entre enero y febrero de este año.

Mientras que los supermercados deben ofrecer el kilo de cuadrada a $49 por el acuerdo de Precios Cuidados, se consigue en un promedio de $62,63 en comercios relevados, una diferencia de casi 14 pesos. La suba del kilo de este corte en los comercios es de casi un 50% interanual.

La escalada del kilo de asado fue de un 46% en un año, mientras que la variación porcentual fue del 12% entre enero y febrero de 2014. Así, los comercios ofrecen el corte a un precio promedio de 58,24 pesos. Por su parte, el vacío (uno de los cortes más demandados) experimentó una suba interanual del 47%, al pasar de los $44,79 en febrero de 2013 hasta los $65,78 actuales, mientras que subió un 14% entre enero y febrero de este año. El lomo -considerado como un corte premium-, subió hasta $86,82 el kilo, un alza promedio del 39% interanual, aunque en algunos barrios ya se acerca a los 100 pesos.

Las cuatro unidades de hamburguesas congeladas fue el producto que menos subió en 12 meses: tan sólo un 9%, al pasar de los $21,42 a los $23,45 en febrero. La fuerte suba en el primer bimestre del año golpeó al bolsillo de los consumidores. Según la consultora Ecolatina, la carne vacuna trepó casi 20% en sólo dos meses y el rubro Carne -que incluye pollo, cerdo y otros- subió un 17 por ciento.

Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios Carniceros de CABA, aseguró a Infobae que "los precios subieron casi un 30% en el mercado desde diciembre", y que la entrada de cabezas en el Mercado de Liniers no se ha normalizado. "Un buen abastecimiento es cuando hay unas 35.000 cabezas por semana. Ahora estamos en las 25.000 semanales, y con eso no se abastece", dijo.

En su relevamiento mensual en supermercados Coto y Plaza Vea de los barrios de La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya, la ONG Consumidores Libres encontró los precios"cuidados"  de la carne en los distintos establecimientos, aunque destacó que no es buena la calidad. "Son cortes con mucha grasa y muchos nervios. Lo mismo sucede con la fruta y la verdura: se encuentra al precio establecido, pero es de mala calidad", aseguró el titular Héctor Polino, en diálogo con Infobae.

Estos precios tienen una fuerte incidencia en el índice de inflación. El rubro Carnes pesa un 9,6% en la nueva base del Indice de Precios Nacional Urbano (IPCNu), y Carne Vacuna incide en un 5,9 por ciento. "El elevado peso que tiene la carne en el IPC y su fuerte suba producto de la depreciación del tipo de cambio tuvo una incidencia significativa en la inflación", aseguró Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de la consultora. Según el IPC Ecolatina, "el rubro Carne explica 20% del alza del primer bimestre de 2014, por lo que la suba aportó dos puntos porcentuales de inflación". En tanto, la carne vacuna explica el 15% de la suba del IPC de la consultora en el primer bimestre.

Más allá de los aumentos de la carne vacuna, Polino aseguró que el consumo aumentó en el último año. La Argentina pasó de un promedio de 79 kilos anuales por persona a principios de la década del 90 hasta los 58 kilos por año en 2011, luego de que se perdieran "10 millones de cabezas de ganado vacuno, y esos campos fueron a la soja y a la cebada". Luego de ese período, la oferta aumentó y el consumo se ubicó en torno a los 64 kilos per cápita en 2013.