La balanza parecía tener que inclinarse para un lado o el otro. Javier Cantero, tras la derrota ante Sarmiento en Junín, que colaboró para que el equipo alcance los ocho juegos sin ganar, amagó con renunciar a la Presidencia de Independiente. Sin un 'hombro' en quien apoyarse, el 'pope' del "Rojo" se sintió acorralado por el magro presente fubolístico –"Está muy claro que los jugadores me están haciendo una cama", envió a sus pares– y la debacle económica que tiene al club coqueteando con la quiebra.
La madrugada de ese día se consumió y Cantero, finalmente, optó por desmentir su intento de renuncia. Decidió seguir, pero consciente de que algunas situaciones debían modificarse. La deuda a los futbolistas era el primer hueco que debía tapar. Las posibilidades, estaba claro, eran pocas. El camino tenía, al parecer, una solo carril para tomar.
Anoche, los dirigentes optaron por aceptar la propuesta de la "Agrupación Independiente", ligada a Hugo Moyano. Este grupo se hará cargo de los sueldos de los futbolistas de febrero a junio y de los premios que puedan surgir por objetivos cumplidos, pero a cambio Cantero adelantará las elecciones para mitad de año y el departamento de fútbol pasaría a estar manejado por gente externa al oficialismo.
Pero claro, la balanza tenía que inclinarse para un lado o el otro. Cantero no se fue y cedió ante las presiones. Eso Rubén Vázquez, su Vicepresidente, no lo soportó y pegó el 'portazo'. "Éste es mi límite. Estoy en completo desacuerdo con aceptar solucionar en parte las dificultades financieras del club negociando bajo la prepotencia de una oferta de poner dinero, exigiendo prácticamente de hecho dirigir la institución", soltó el ahora ex dirigente en una carta al Presidente.
Días atrás había presentado su dimisión el Secretario de Prensa Darío Eichenblat y algunos rumores indican que detrás de él podrían irse Claudio Keblaitis, Vicepresidente 2º, Claudio Ciancio, Secretario Administrativo, y Pedro Larralde, Secretario General. ¿Se desarma Independiente?