En el departamento de La Libertad, se considera sicario experimentado a un menor de 16 o 17 años, que puede llegar a cobrar entre 140 y 350 dólares por asesinato. Pero hay otro grupo, el de los adolescentes que se preparan para ingresar a las llamadas escuelas, donde son adiestrados para matar por encargo.
El diario El Comercio informó que, según fuentes de inteligencia de la Policía, las organizaciones criminales de diferentes zonas del país captan a adolescentes cada vez de menor edad. Niños de 12 años no sólo conviven entre delincuentes, sino que ahora ya tienen experiencia en el manejo de armas. Son usados para burlar penas de cárcel, debido a que las sanciones para ellos son mínimas según el Código del Niño y del Adolescente.
Este jueves, la policía presentó a dos peligrosas bandas criminales que operaban en Chincha. Junto a los cabecillas, fueron intervenidos cuatro menores de edad, uno de ellos de apenas 12 años. El fiscal provincial de Chincha, Wilgen Vidal Sotomayor, confirmó que los grupos de sicarios tienen entre sus miembros a chicos de 16 años, "muchos de los cuales ya han participado en asaltos, extorsiones e incluso asesinatos".
Según la fuerza de seguridad peruana, los adolescentes se inician como campanas y luego se convierten en ejecutores. El fiscal explicó que constituyen una mano de obra barata respecto al precio de asesinos de mayor edad; por eso los reclutan.
La semana pasada hubo una operación policial en el sector Los Postes, La Libertad, que puso al descubierto las enseñanzas de criminales con antecedentes sobre adolescentes en el manejo de armas. "Les enseñan cómo cargarlas y cómo realizar disparos e, incluso, cómo moverse en una situación extrema", contó a El Comercio el jefe policial de la región, el general César Gentille Vargas.
En aquel operativo, los agentes de policía encontraron a cuatro personas, entre ellas dos menores, que realizaban tiros de entrenamiento. Allí se desató una balacera que acabó con la vida de un muchacho de 17 años.
El presidente de la Coordinadora Regional de Seguridad Ciudadana, César Montes Asmat, reveló que en Trujillo existen por lo menos tres escuelas de sicarios cuyos propietarios son miembros de agrupaciones ilegales como Los Pulpos, Los Ochenta y La Jauría. Indicó que allí se les enseña a extorsionar y se les proporciona alimentación, techo y un pago de u$s200.
La Policía de Inteligencia reveló que los departamentos de Áncash, Ica y La Libertad son semilleros de sicarios. Luego, los jóvenes asesinos migran a Piura, Lambayeque, Lima y Arequipa para ofrecer sus servicios.