El Fondo Monetario Internacional señaló que el acuerdo, a nivel de personal técnico, se alcanzó durante la visita que una misión del organismo crediticio realizó a Kiev entre el 4 y 25 de marzo para evaluar la situación económica y analizar un programa de reformas con las autoridades.
"El apoyo financiero proveniente de la comunidad internacional que podrá obtenerse a través de este programa asciende a u$s27.000 millones en los próximos dos años", señaló Nikolai Gueorguiev, el jefe de la misión enviada a Ucrania, al término de ésta.
El representante del Fondo agregó que de ese monto, "la asistencia proveniente del FMI se ubicará entre 14 y 18.000 millones de dólares. Aunque el monto exacto se determinará una vez que se haya obtenido todo el respaldo bilateral y multilateral".
Para obtener la ayuda, las autoridades ucranianas deben adoptar "un programa de medidas sólidas y de gran alcance, orientado a estabilizar la economía y crear las condiciones que permitan un crecimiento sostenido", señaló el FMI.
La entidad presidida por Christine Lagarde afirma que los desequilibrios macroeconómicos de Ucrania "alcanzaron niveles insostenibles durante el último año", con un déficit por cuenta corriente de más del 9% de su Producto Interior Bruto (PIB).
"Dado el volumen significativo de pagos externos y el acceso limitado a los mercados internacionales de deuda, las reservas internacionales cayeron a un nivel crítico", añadió el Fondo.
El déficit fiscal de 2013 alcanzó el 4,5% del PIB, mientras el déficit de la compañía estatal de gas, Naftogaz, llegó a casi el 2% del PIB. "Si no se adoptan medidas de política, el déficit presupuestario y de Naftogaz combinado superará el 10% del PIB en 2014", advirtió el FMI.
El organismo asegura que el programa de reformas que debe implementar Ucrania busca "restablecer la estabilidad macroeconómica y encauzar al país en la senda del buen gobierno y el crecimiento económico sostenible, protegiendo al mismo tiempo a los grupos vulnerables de la sociedad".
La política monetaria se focalizará en la estabilidad de los precios internos, manteniendo al mismo tiempo un tipo de cambio flexible. Mientras que las reformas del sector financiero estarán centradas en asegurar que los bancos sean sólidos, posean un buen nivel de liquidez y estén bien capitalizados, entre otros aspectos. El objetivo es reducir el déficit fiscal a cerca del 2,5% del PIB en 2016.
En el sector de la
"una medida clave es el compromiso de llevar a cabo una reforma gradual para recuperar el costo completo de las tarifas minoristas de la calefacción y el gas, junto con otras medidas inmediatas para lograr dicho objetivo", concluyó la institución con sede en Washington.