Paraguay enfrenta la primera huelga general en dos décadas

Distintos frentes sindicales se movilizan en Asunción, hecho inédito en 20 años. Mantienen en vilo al gobierno de Horacio Cartes, que aún no ha logrado resolver el reajuste del 25% reclamado

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 EFE 163
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Paraguay se verá paralizado este miércoles por la huelga general que llevarán adelante los sindicatos contra el gobierno de Horacio Cartes, en Asunción,  en medio de reclamos salariales.

Ésta es la primera vez en los últimos 20 años que centrales obreras van a huelga. A su vez, será también el primer reclamo multitudinario que deberá enfrentar el presidente paraguayo desde su asunción en agosto pasado.

Miles de campesinos llegaron a Asunción.

La protesta estará conformada por tres frentes: la Federación Nacional Campesina (FNC), la Corriente Sindical Clasista (CSC), el Partido Paraguay Pyahurã (PPP) y la Organización de Trabajadores de la Educación  (OTEP-SN).

Desde este martes a la noche, comenzaron a llegar miles de campesinos a la capital paraguaya desde diferentes departamentos del interior del país.

La protesta se da en el marco de la XXI Marcha del campesinado pobre, una movilización que se realiza cada año y que recuerda la reivindicación de la reforma agraria y la protesta contra el modelo agroexportador representado por las grandes plantaciones de soja.

El sindicato de obreros viene reclamando desde principios de año un reajuste salarial del 25 por ciento. A fines de febrero, Cartes, en busca de una solución, decidió reajustar el salario mínimo en 10% (pasando de G. 1.658.232 a G. 1.824.005), pero sin consultar con los sindicatos. Según consigna Última Hora, esta medida terminó resultando contraproducente para el Gobierno, ya que los representantes obreros criticaron la falta de participación.

Además, los sindicatos también reclaman un control sobre los precios de la canasta básica.

     

Imágenes de Telesur


Tras ese fallido intento, el mandatario volvió a convocar a los sindicatos. Sin embargo, esa negociación también fracasó, luego de que los representantes de las delegaciones obreras se levantaran de la mesa de diálogo dejando solos a los ministros de Haciendo, Trabajo e Industria y Comercio.

"Queremos conseguir que el Gobierno y la ciudadanía escuchen nuestro reclamo contra el modelo de producción que deja más pobres a una mayoría y más ricos a una minoría", reconoció a EFE Isabelino Garcete, coordinador de la FNC en el departamento de Canindeyú (noreste).

La protesta de este año tiene como novedad que se agrega a la huelga general organizada por los sindicatos, que han dicho es la primera de las últimas dos décadas y en la que los campesinos también hacen suyas las reivindicaciones de esas fuerzas, principalmente la derogación de la Ley de APP (Alianza Público-Privada). Esta normativa es una iniciativa del presidente Cartes.

"Entendemos que el campesinado tiene que formar parte de la huelga general, porque la ley de APP también nos afecta al estar ya privatizada la tierra", declaró Garcete.

Con ella, el Gobierno quiere atraer capital privado para la inversión en infraestructuras a cambio de otorgar a las empresas la concesión de su gestión y el cobro de tarifas.

     "La política de Cartes va a sangrar los recursos del Estado"

Sin embargo, sus opositores denuncian que se trata de una privatización encubierta que dejará el país en manos de las empresas extranjeras.

"Dicha ley amplía la posibilidad de las concesiones en salud, educación, carreteras, ríos y cárceles a las empresas privadas (..) Es una ley que pone en juego nuestra soberanía y enajena al sector público", apuntó a EFE Eduardo Ojeda, presidente de la Corriente Sindical Nacional Clasista, grupo que apoya la marcha y la huelga.

Ojeda añadió que el objetivo de la huelga es obligar al Gobierno a cambiar su rumbo y aplicar una política favorable a los trabajadores urbanos y del campo.

"La política de Cartes va a sangrar los recursos del Estado, una política laboral igual que la de los gobiernos anteriores, con trabajo esclavizado e impunidad empresarial", explicó el dirigente.

El presidente anunció que ha encargado al vicepresidente, Juan Afara, la formación de mesas de diálogo con las diversas organizaciones sociales para el jueves, un día después de la huelga, según un comunicado de Presidencia.

Como medida de seguridad, la Policía Nacional desplegará durante la huelga a sus 26.000 agentes en todo el país.

El cuerpo fue declarado en alerta de seguridad desde la medianoche, a medida que fue aumentando la presencia policial en edificios institucionales de Asunción como el Palacio López, que es la sede presidencial, el Congreso y oficinas estatales que puedan ser objeto de agresiones durante la huelga.

La huelga comenzó el martes por la noche con un festival de música en la Plaza de la Democracia y con una concentración de campesinos frente a la Catedral de Asunción.

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