Independiente es un caos por donde se lo mire. Más allá de la abultada crisis económica, futbolística (hace ocho que no gana y peligra su puesto de ascenso), la acusación de presunta violación y el embargo de Luciano Leguizamón, se le sumó los problemas dirigenciales.
Tras la derrota con Sarmiento de Junín comenzó a circular la versión que afirmaba que Javier Cantero se iba de la institución, pero el mismo presidente se mostró firme en su cargo más allá de algunas manifestaciones en su contra. "Tengo fuerzas para seguir, pero si al club le sirve que me vaya porque tengo muchas contras políticas o periodísticas, daré un paso al costado. Quiero lo mejor para Independiente. Yo no cobro sueldo, no toco un peso del club y mi familia se pondría contenta si me voy", sentenció el mandatario.
Igualmente, luego dejó bien en claro su pensamiento en diálogo con el diario El Grafico: "Tampoco puedo ser un irresponsable e irme dejando todo así. Asumí un compromiso y lo voy a cumplir. Tampoco me voy a ir porque me vengan a apretar". Esto último podría estar vinculado también a la manifestación que hubo en su contra en la sede del club y la extraña candidatura de "Bebote" Álvarez para sucederlo
"La versión surgió después del partido con Sarmiento de Junín. Dije que si el problema para ascender era yo, me iba, daba un paso al costado. Al decir eso quedó como que había renunciado", aclaró Cantero, quien reconoció que le deben dinero al plantel (enero, febrero y primas del verano) y que se reunirá en los próximos días con la oposición.