Adrián Margulis denunció ayer que un cajero de un supermercado de San Isidro figuraba en los tickets como "Iván Matajudíos". Lo que no sabía es que ese nombre no era un alias sino el nombre de un joven colombiano que recibió su DNI argentino en noviembre del año pasado.
Al conocerse el caso, los dueños del supermercado se pusieron a disposición de la DAIA para aclarar la situación. En una reunión con el vicepresidente de la entidad, Waldo Wolff, presentaron la documentación que acredita que el joven se llama Iván Darío Matajudíos Galindo.
"Evidentemente no se trata de un acto de antisemitismo", aclaró Wolff en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, desde donde trascendió por primera vez la noticia.
"Se trata de un hombre de nacionalidad colombiana que tiene un pasaporte extranjero y un DNI argentino expedido el 1º de noviembre de 2013, donde claramente aparecen sus dos apellidos, razón por la cual entramos en una nueva instancia, que es tratar de analizar qué pasa con un caso de esta naturaleza, que recién nos enteramos de que existe en la Argentina", anticipó Wolff.
El directivo aclaró que "las características del apellido no son siquiera discriminatorias" sino más bien "es la apología de un delito".
Wolff adelantó que solicitarán una reunión con el Ministerio del Interior, cartera de la que depende el Registro Nacional de las Personas (Renaper), organismo que expide los DNI.
"La DAIA no ve esto con buenos ojos en un país con una larga tradición de defensa de valores con los que se identifica, uno de los cuales es la lucha contra la discriminación y el antisemitismo", y si bien "vamos a partir de la buena voluntad de la gente" del Renaper, "que tal vez se les pasó por alto", la entidad propugnará que "aquellos que quieran habitar la Argentina lo puedan hacer, como establece el Preámbulo de la Constitución, pero con alguna salvaguarda para que lo que otros países permiten no se traslade aquí".
Por su parte, el titular de la DAIA, Julio Schlosser, se expresó en la misma línea que Wolff al afirmar que "estos apellidos más que discriminatorios parecen ser una incitación al delito". En diálogo con América 24, explicó que el dueño del supermercado exhibió el documento del joven colombiano "y pidió disculpas por esto, aunque no debería haberlo hecho".
"Descubrimos que 'matajudíos' y 'matamoros' son apellidos de la época de la inquisición, de la época de la expulsión de los judíos. Hay un vacío legal y vamos a trabajar sobre esto", concluyó Schlosser.