"El rublo ya está aquí. Todas las operaciones serán en rublos a partir del lunes", sostuvo el presidente del Parlamento regional, Vladimir Konstantinov, dos días después de que las autoridades de Rusia y de Crimea firmasen el tratado de anexión a la Federación Rusa, documento que fue avalado este jueves por la Duma. De esta forma, desde el 24 de marzo, la grivna ucraniana quedará fuera de circulación y todas las transacciones comerciales y pagos deberán hacerse en rublos, de acuerdo con la agencia de noticias CrimeaInform.
La adecuación al sistema monetario ruso es uno de los primeros pasos de la integración de Crimea a Rusia. Dicha península, que desde hacía 60 años pertenecía a Ucrania -primero soviética y luego de la caída de la URSS, independiente- decidió el domingo pasado dejar de ser territorio ucraniano.
El referéndum separatista fue duramente cuestionado por distintos motivos. En primer lugar, porque no hubo observadores internacionales que fiscalizaran la participación ciudadana y pudieran comprobar que no hubiera fraude. También porque la península había sido cedida por Rusia a Ucrania en los años 50. Otra crítica señalada es que aunque la población de origen ruso es mayoritaria, eso no modificaba legalmente su pertenecía al país ucraniano.
La comunidad internacional reaccionó rápidamente; países como los Estados Unidos y miembros de la Unión Europea impusieron sanciones políticas y económicas. En el mismo sentido está actuando Ucrania, que sostiene que su integridad territorial ha sido vulnerada. Esto, no obstante, no ha modificado el avance ruso sobre la península.
Esta semana, las bases militares ucranianas fueron atacadas por civiles separatistas y tropas que responden a Moscú. Ante la escalada de violencia, el gobierno de Ucrania ya alistó un plan de evacuación masiva para rescatar a los ciudadanos ucranianos que no quieren ser rusos y reubicarlos dentro del país.