Poco antes de las 19:00, hora local, el alférez de navío ucraniano Alexéi Kirílov envió el siguiente mensaje: "Mi barco es asaltado, no puedo seguir hablando". Ante el alerta, el Ministerio de Defensa informó que había comenzado un operativo contra uno de sus buques de guerra amarrado en el puerto crimeo de Sebastopol.
Minutos después, agregó que los buques Lutsk y Khmelnitsky también habían sido abordados. Las embarcaciones habían sido bloqueadas previamente durante semanas por la flota del mar Negro rusa.
Según un artículo del diario Ukrainskaya Pravda, el día anterior el buque Ternopol recibió un ultimátum por parte de tropas rusas que lo rodeaban. Éste exigía a los marinos que se rindieran, o serían abordados. Durante la noche, las fuerzas rusas lanzaron varias granadas alrededor del navío.
"Entre 15 y 20 hombres armados han desembarcado. Ha comenzado el asalto del Ternopol", informó este jueves el vocero del Ministerio en Crimea, Vladislav Selezniov.
El miércoles, los miembros de las autodefensas de Crimea, apoyados por una turba de civiles, tomaron el cuartel general de la Armada ucraniana en Sebastopol y capturaron a su comandante en jefe, que ya fue liberado después de negociaciones entre oficiales rusos y ucranianos.
Por un acuerdo interestatal entre Kiev y Moscú desde la caída de la URSS, Sebastopol alberga una base naval de la flota rusa del mar Negro, así como buques de la Armada ucraniana.
Tras un referéndum en Crimea el pasado domingo, rechazado por Kiev pero en el que la población mayoritariamente de habla rusa se pronunció a favor de su unión con Moscú, Rusia anexó esta autonomía ucraniana y el puerto de Sebastopol como dos nuevas entidades federadas del país.