El premier israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, no confían en los resultados del diálogo que Occidente mantiene con el régimen iraní sobre su plan nuclear. Por eso han ordenado a las Fuerzas Armadas que estén listas para una eventual operación militar contra las instalaciones atómicas de ese país.
El ataque podría producirse este mismo año, a un costo estimado de 2.890 millones de dólares, según informa el diario Haaretz.
El periódico revela que miembros del Ejército informaron a diputados que habían recibido una directiva "clara" para continuar los preparativos de un ataque "pese a las conversaciones actuales ente Irán y Occidente".
Desde que se alcanzó el acuerdo provisional entre Irán y las potencias occidentales, Netanyahu ha insistido en que su gobierno no se considera obligado a acatarlo. El premier ha dicho en reiteradas oportunidades que las conversaciones sólo permitirán a Irán avanzar en sus planes de construir una bomba nuclear, una grave amenaza para Israel.
"Yo creo que dejar que Irán enriquezca uranio abriría las compuertas. Y nos aseguraremos de que no suceda ", ha dicho Netanyahu.
El ministro Yaalon, en tanto, lamentó: "En esta materia, tenemos que comportarnos como si estuviésemos sólo nosotros".
La segunda ronda de conversaciones nucleares se reinició el martes en Viena, con la participación de la jefa de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammed Jawad Zarif, y diplomáticos de alto rango de las seis potencias. En las negociaciones 5+1 participan, además de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania.
Este miércoles, al término del segundo día de conversaciones, Zarif dijo que veía "señales" de un acuerdo final exitoso, según informó la agencia estatal Fars.
"Sobre los cuatro temas (el reactor de Arak, las sanciones, la cooperación nuclear y el enriquecimiento de uranio), hay señales de un posible acuerdo que respete los derechos de la nación iraní", declaró Zarif.
Zarif ha dicho que Irán debe convencer a Occidente de que no está buscando armas nucleares, citando una supuesta fatwa del líder supremo Ali Jamenei que prohíbe su producción. Sin embargo, el texto exacto de la fatwa nunca se ha hecho público.