Estados Unidos acusó este viernes a Venezuela de "faltar descaradamente a la verdad" cuando lo responsabiliza de orquestar las protestas en el país caribeño y recordó que no descarta imponer sanciones u otras medidas si no avanza el diálogo.
Poco después de que el ministro de Exteriores venezolano, Elías Jaua, llamara "asesino del pueblo venezolano" al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, por sus duros comentarios de esta semana sobre las protestas que vive Venezuela, el Departamento de Estado lamentó los constantes ataques de Caracas.
"Los funcionarios en Venezuela que tratan de hacer que esto (las protestas) gire en torno a Estados Unidos están faltando descaradamente a la verdad sobre lo que está pasando allí", dijo a los periodistas Marie Harf, vocera del Departamento de Estado.
La funcionaria evitó hacer comentarios sobre el insulto de Jaua en concreto, pero el Departamento de Estado sí se pronunció al respecto unas horas más tarde.
"Como dejó claro ayer (por el jueves) el secretario de Estado, el Gobierno de Venezuela tiene que centrarse en resolver sus crecientes problemas económicos y sociales, no en hacer acusaciones absurdas contra Estados Unidos", dijo a la agencia EFE una fuente del Departamento de Estado.
Esa fuente, que pidió el anonimato, lamentó que Jaua y Maduro insistan en "lanzar pedradas verbales" a Estados Unidos, una idea similar a la que expresó Kerry este miércoles ante el Congreso.
"Nos hemos convertido en una excusa, en una carta política que usan para sus esfuerzos locales", dijo entonces Kerry ante el comité de Gastos de la Cámara de Representantes, cuando lamentó los escasos avances para normalizar las relaciones bilaterales, mermadas desde la retirada mutua de embajadores en 2010.
Fue en esa misma audiencia en la que Kerry confirmó que el Gobierno de Barack Obama se plantea imponer sanciones a funcionarios venezolanos si no ven avances en el diálogo.
"Estamos preparados, si es necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana en la Organización de Estados Americanos (OEA) e implicarnos de forma seria, con sanciones", indicó Kerry.
Kerry matizó entonces que la preferencia de Washington es que prosperen los "esfuerzos de los países vecinos para alentar un diálogo" en Venezuela y este viernes su portavoz coincidió en que la prioridad es favorecer una "situación en la que el pueblo venezolano sea escuchado por su Gobierno".
"Tiene que haber un diálogo para llegar a una resolución (de la situación). Eso es algo que tiene que pasar tanto si imponemos algún tipo de coste (a Venezuela) como si no", subrayó Harf.
No obstante, la vocera dejó claro que EEUU mantiene "todas las opciones sobre la mesa", y "si tiene que dar pasos, los dará".
La presión para que el Gobierno de Barack Obama sancione a Venezuela aumentó el jueves en el Congreso estadounidense, donde dos grupos de legisladores presentaron proyectos de ley bipartidistas para imponer sanciones contra funcionarios venezolanos vinculados con la violencia.
Sin pronunciarse sobre esos proyectos, Harf indicó este viernes que el Departamento de Estado "mantendrá conversaciones en privado con el Congreso" para "ver si es posible hablar con una única voz sobre la política exterior".