"Ésta es una cuestión que no puede analizarse fuera del contexto histórico. Todo el mundo se da cuenta de lo importante que es Crimea, lo que significa Crimea para los rusos...Significa muchísimo más que las islas Comoras para Francia y las Malvinas para Reino Unido", aseguró Lavrov en el cierre de la conferencia de prensa tras el encuentro con Kerry.
La Argentina mantiene un histórico reclamo por las Islas Malvinas. Exige que Reino Unido cumpla las resoluciones internacionales y se siente a negociar la soberanía. Sn embargo, Londres no quiere saber nada con la postura de Buenos Aires y niega cualquier tipo de diálogo. En cuanto a Comoras, Francia logró que la isla de Mayotte permaneciera bajo su dominio como territorio de ultramar tras el referéndum de autodeterminación de 1976.
Tras varias horas de negociaciones con Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, Lavrov dijo que aún no se llegó una visión compartida con Occidente sobre Ucrania y que Rusia no necesitaba una estructura internacional para mediar con Kiev. "Vamos a respetar la expresión del deseo del pueblo de Crimea en el próximo referendo", insistió el ministro ruso a periodistas en la residencia del embajador de su país en Londres.
Kerry dijo que en seis horas de conversaciones presentó varias ideas a su colega ruso sobre cómo respetar la soberanía de Ucrania y tener en cuenta también las preocupaciones de Moscú, pero que Lavrov dejó claro que el presidente ruso, Vladimir Putin, no tomaría ninguna decisión hasta después de la consulta del domingo. "Queremos ver que los ucranianos y los rusos se comuniquen entre sí", agregó. "Y si no lo hacen entonces deberá haber consecuencias".
Esta ha sido la cuarta vez en una semana que los dos hombres, acostumbrados a las duras negociaciones en los casos iraní y sirio, se reunieron para tratar de encontrar una salida a la crisis ucraniana.
Kerry avisó que Estados Unidos y la Unión Europea están dispuestos a tomar "el lunes una serie de medidas muy serias" contra Moscú en respuesta al referéndum convocado este domingo en Crimea, paso previo a su reunificación con Rusia, a la que perteneció hasta 1954.
En paralelo, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, en una intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pidió a Moscú que retire a sus soldados enviados a la península e inicie negociaciones.
Rusia por su parte llamó el viernes a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a enviar observadores para el referéndum previsto el domingo en Crimea.
La República Autónoma de Crimea, poblada mayoritariamente por rusohablantes y rusos étnicos, ha convocado un referéndum el próximo 16 de marzo sobre la anexión a Rusia, mientras tropas rusas sin distintivos avanzan en la toma del control de instalaciones estratégicas en la península. La zona es clave para Moscú, allí estña instala su base militar de Sebastopol y es un enclave propio en un Mar Negro cada vez más dominado por la OTAN (Rumania, Bulgaria, Turquí y Georgia),