La ONU debatió, este jueves, en Viena, sobre la problemática del tráfico de drogas en el mundo y abogó por el respeto a los derechos humanos y por estar abiertos a "ideas innovadoras y nuevas perspectivas".
"El narcotráfico es un negocio multimillonario que alimenta las redes criminales hasta un punto que no podemos comprender bien hasta ahora. Las drogas ilegales generan alrededor de 320.000 millones de dólares anuales, y esta es una cifra a la baja", declaró Jan Eliasson, subsecretario general de la ONU.
Eliasson habló en la apertura de una reunión de la Comisión de Narcóticos de Naciones Unidas, en la que más de 120 países revisan la situación del problema mundial de las drogas. Destacó que el narcotráfico socava el imperio de la ley y genera corrupción, lo que a su vez tiene un impacto negativo sobre el desarrollo.
"Las drogas ilícitas y el narcotráfico afectan de forma desproporcionada a los más pobres y vulnerables", recalcó. Solicitó que el respeto a los derechos humanos debe de ser un principio fundamental en la lucha contra las drogas.
Eliasson dijo que se deben considerar alternativas al encarcelamiento de los consumidores de drogas y recordó que los "verdaderos criminales son los narcotraficantes". Aseguró que "no hay que asustarse por tratar ideas y perspectivas innovadoras", aunque advirtió que las actuales convenciones internacionales deben ser la base para cualquier práctica.
El ruso Yuri Fedotov, director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), indicó que las drogas suponen una gran amenaza para la salud de las personas y para el desarrollo de numerosos países. Reconoció que "la magnitud general de la demanda de drogas no ha cambiado sustancialmente a nivel mundial", lo que contrasta con los objetivos fijados en 2009 de eliminarla o reducirla de forma significativa para el año 2019.
Así, la caída del consumo de drogas en algunas regiones se ha visto compensada con un aumento en otras, lamentó Fedotov. Entre los éxitos de los últimos años, aseguró que el mercado de la cocaína ha caído y los plantíos de hoja de coca han descendido un 26% entre 2007 y 2011.
En el apartado de los "reveses", destacó el empeoramiento de la situación en Afganistán, con una cosecha sin precedentes de adormidera, en 2013, de 209.000 hectáreas.
Remarcó el "dramático" aumento de la violencia en América Central y subrayó: "Debemos hacer lo que podamos para hacer frente a este problema de forma urgente". Postuló un enfoque que aborde el problema de las drogas como uno de salud pública y no simplemente criminal.