Por primera vez, desde el kirchnerismo pusieron en duda la remisión al Parlamento del anteproyecto de reforma del Código Penal. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue quien enfrió el debate al aseverar que será finalmente una decisión de la presidente Cristina Kirchner si se envía al Parlamento o no.
En su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, el funcionario indicó que "el anteproyecto ha sido elaborado por una comisión de especialistas desde una expresión plural" y que "a partir de ahora, está siendo analizado por las distintas áreas del Gobierno".
"Después, será una decisión de la Presidenta", dijo en relación a si el texto será enviado al Parlamento como fue presentado o si recibirá modificaciones. Al mismo tiempo, Capitanich admitió que el texto sufrió más cambios y "perdió armonía" .
"La recepción de un anteproyecto implica la evaluación por distintas áreas del Gobierno, a los efectos de avaluar cada una de sus particularidades. De acuerdo a la información suministrada, ha tenido 900 reformas en sus distintos artículos e incisos, en definitiva pierde la armonía propia de un Código", aseguró.
La jefa del bloque kirchnerista en la Cámara baja, Juliana di Tullio, fue más directa y reconoció que la iniciativa no tomaría estado Parlamentario en 2014. "No sé si se va a tratar en el Congreso este año", aseguró.
El debate por la reforma del Código Penal que impulsa el kirchnerismo se instaló en las últimas semanas en la agenda política. Desde distintos ámbitos, principalmente el massismo, expresaron su rechazo.
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, aseguró que el anteproyecto es inconstitucional debido a que este "prevé el principio de pena" y con los nuevos cambios "podría haber miles de casos sin llegar a juicio y castigo".
El anteproyecto fue confeccionado por una comisión encabezada por el ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni.