Zaffaroni cree que el borrador de Código Penal es "opinable", pero pidió "madurez política"

En una mesa de debate, el juez defendió el anteproyecto y se mostró abierto a realizar cambios. "Nos quieren vender que con el Código Penal se va a controlar la frecuencia delictiva", alertó el autor de la propuesta

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En una semana en la que llegó a ser cuestionado hasta por Susana Trimarco, el juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, abrió al debate la polémica propuesta de Código Penal que encabezó junto a legisladores de la oposición y especialistas en la materia.


"No estoy absolutamente convencido de que no hayamos incurrido en errores. Habrá cosas opinables", señaló ayer el magistrado en una mesa de debate convocada en la Biblioteca Nacional, e integrada por el director de la institución Horacio González, el diputado del Frente para la Victoria, el titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, y el diputado del Frente para la Victoria, Leonardo Grosso.


Con mayor moderación, Zaffaroni reiteró su defensa al anteproyecto de ley. "El documento en sí me satisface. Misión cumplida. Podría ser un texto inspirador para los países hermanos porque no hay muchos modelos en América latina", indicó.


El juez había llegado a la Biblioteca Nacional poco después de las 20 para participar del panel sobre el "Proyecto de Reforma del Código Penal ante el Punitivismo Neoliberal", organizado por el kirchnerista Movimiento Evita. Si bien se mostró más aperturista a los cambios, pidió  "madurez política" para el tratamiento de la reforma.


"Para sancionar este Código Penal se necesita madurez política, se necesita decir: «Vamos a dejar algo fuera de la lucha de poder y vamos a discutir seriamente»", solicitó. Antes, había señalado que el documento "está hecho" y que "lo demás queda manos de otros, es un test de política", en clara referencia a las discusiones y acuerdos a los que los legisladores deberán llegar para alcanzar una nueva legislación penal.


Además, el magistrado abordó en términos más generales y defendió su enfoque de privilegiar la aplicación de "penas no privativas de la libertad", en reemplazo de la probation y de la libertad condicional. "Hoy todo esto no funciona. Cuando soltamos a un detenido, no lo vemos más. El liberado va todos los meses a firmar una planilla y no se lo ve más", alertó.

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