Miles de estudiantes, junto a distintas organizaciones de la sociedad civil y líderes políticos opositores, colmaron el domingo los espacios de la plaza Brión de Chacaíto, final de la nueva protesta -que partió desde cuatro puntos del este de la ciudad- en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
Los estudiantes encabezaron esta nueva movilización para exigir la liberación de todos los detenidos y el fin de la represión estatal. El saldo fue de 10 heridos.
"La comunidad internacional no puede estar ajena a lo que está pasando en el país. Nosotros estamos esperando la solidaridad, no la intervención de ningún gobierno, como lo hace éste que permite la injerencia del gobierno cubano en nuestros asuntos", dijo Antonio Ledezma, alcalde Metropolitano de Caracas y miembro de la alianza opositora conocida como Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Las marchas se llevaron a cabo tras la primera noche de calma en dos semanas y media de la que gozaron los habitantes del municipio de Chacao, fuerte de la oposición y escenario cotidiano de choques entre grupos de jóvenes manifestantes y unidades antimotines.
Por la tarde, fueron reportados disturbios durante las manifestaciones. Decenas de manifestantes se enfrentaron en Caracas armados con piedras y palos a efectivos de la Guardia Nacional, que respondieron con chorros de agua, gases lacrimógenos y perdigones para dispersarlos, según constató una periodista de la AFP.
Los choques con las fuerzas del orden se desataron al caer la tarde en la zona de Altamira, horas después de que unas 20.000 personas se manifestaron de forma pacífica en las calles de Caracas en el marco de la ola de protestas que sacude Venezuela y que ha dejado al menos 18 muertos en poco más de tres semanas.
El presidente Nicolás Maduro ha calificado como un intento de "golpe de Estado" las protestas iniciadas por estudiantes el 4 de febrero, y a las que se sumaron dirigentes opositores radicales que piden ocupar las calles para forzar la salida del Gobierno.
El sábado, una caravana opositora recorrió Caracas para protestar "contra la tortura y la represión", horas después de que unidades antimotines detuvieran a decenas de personas, entre ellas corresponsales de prensa extranjeros, y que la televisión gubernamental acusara a los foráneos de "terrorismo internacional".
"Manifestamos por los muertos. No hay carnaval, no hay nada que celebrar", dijo Argenis Arteaga, estudiante de ingeniería y quien llegó desde la barriada popular de Petare.
Opositores y ONG's han denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía para disolver las protestas, y el Foro Penal Venezolano oficializó las denuncias de "33 casos de tratos crueles e inhumanos o torturas".
Las marchas en el país con las mayores reservas petroleras mundiales están motivadas por las altísimas tasas de homicidios (79 casos anuales cada 100.000 habitantes, según una ONG, la mitad según el Gobierno); la inflación (56% anual) y la recurrente escasez de bienes básicos (uno de cada cuatro).
Ofensiva contra la prensa
El titular del Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (SNTP), Marco Ruiz, denunció que el Gobierno trata de silenciar a la prensa internacional como ya hizo con el periodismo a nivel nacional.
"El patrón de ataques que ahora se repite es contra corresponsales internacionales y periodistas extranjeros en el país. Hay una evidente maniobra para también silenciar a la prensa internacional", dijo Ruiz el sábado.
El SNTP ha reportado durante febrero 76 casos de agresiones, intimidaciones, arrestos, retiro de acreditaciones, obstáculos al trabajo y robo de materiales a periodistas de medios venezolanos y extranjeros.
En declaraciones a la cadena televisiva iraní HispanTV, la ministra de Información Delcy Rodríguez anunció que Venezuela demandará al diario español ABC por "manipular la verdad sobre Venezuela" y difundir fotos "de unas protestas en Egipto como violación de los derechos humanos en Venezuela".
El viernes pasado el Ministerio de Información había difundido un documento titulado "Venezuela bajo ataque mediático", que incluye fotografías y artículos definidos por el Gobierno como "mentiras vinculadas al golpe suave".
A la misma hora, en incidentes registrados entre manifestantes enmascarados y antimotines, fue encarcelada la fotógrafa italiana Francesca Comissari y retenidos corresponsales de un diario y una agencia de noticias estadounidense.
Diálogo
Por el momento no se ha conocido alguna respuesta de los estudiantes, en el origen de las protestas, a una nueva invitación de Maduro para que se sumen a una mesa de diálogo nacional instalada esta semana.
"Se ha decidido hacer todas las diligencias posibles para hablar con todo el movimiento estudiantil venezolano", dijo Maduro ante representantes de distintas religiones, empresarios, intelectuales y gobernantes locales, pero con la ausencia de la alianza opositora.
"El diálogo de Maduro es: 'vengan a Miraflores y mientras hablo en cadena (de televisión) persigo, asesino y reprimo en la calles'", replicó a través de Twitter el encarcelado líder opositor Leopoldo López, uno de los promotores de la táctica bautizada "La Salida" para impulsar el cambio de gobierno con manifestaciones.
En el plano diplomático, se anunció que el canciller Elías Jaua se entrevistará el martes en Ginebra con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en paralelo con la reunión de la Comisión de Derechos Humanos.
El miércoles pasado el titular de la ONU lanzó un llamado al Gobierno y a la oposición venezolana a realizar "gestos concretos de todas las partes para
y crear las condiciones necesarias para emprender un
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