Hombres armados no identificados tomaron el aeropuerto de Simferopol en la república autónoma ucraniana de Crimea, este viernes de madrugada, según la agencia Interfax.
Medio centenar de hombres armados tomaron la terminal aérea y, casi inmediatamente, se reunió delante del edificio principal una muchedumbre haciendo flamear banderas de la flota rusa del Mar Negro, según la misma fuente.
El jueves por la mañana, un comando prorruso había tomado el control del Parlamento y la sede del gobierno local en Simferopol.
La península de Crimea, en el sur de Ucrania, donde tiene su base la flota rusa del Mar Negro, se dirige hacia un estallido de las tensiones separatistas.
Ucrania denunció "ocupación" de Rusia por bloqueo del aeropuerto
El ministro de Interior, Arsén Avákov, informó del bloqueo por parte de militares rusos, en la república autónoma ucraniana de Crimea, acción que calificó de "invasión militar y ocupación".
"Dentro del aeropuerto hay militares y guardias de fronteras de Ucrania. Pero fuera, militares con uniforme de camuflaje y armados, sin distintivos, pero que no ocultan su pertenencia a la Flota rusa del Mar Negro", escribió Avákov en su página de Facebook.
El aeropuerto sigue operativo
El aeropuerto ucraniano de Simferopol, en Crimea, una región en la que las tensiones aumentan, continuaba abierto este viernes, mientras varios hombres uniformados y armados patrullaban el exterior del edificio principal.
Un comando prorruso ya había tomado el control del Parlamento, que poco después votó a puertas cerradas la convocatoria a un referéndum en mayo sobre la autonomía de esta región al sur de Ucrania, y la sede del gobierno local en la ciudad. "El aeropuerto funciona normalmente", declaró un responsable administrativo.
Kiev y Moscú en dura pulseada por Crimea, que quiere "más autonomía"
El proeuropeo Arseni Yatseniuk tomo el jueves las riendas de una Ucrania amenazada por la bancarrota y en medio de una pulseada con Rusia, mientras Occidente se alarma por la situación en Crimea, región que exige "más autonomía".
El Parlamento ucraniano confirmó el jueves al gobierno interino, encabezado por el primer ministro Arseni Yatseniuk, de 39 años, quien de inmediato destacó la nueva orientación proeuropea del país.
"Ucrania ve su futuro en Europa. Queremos formar parte de la Unión Europea", declaró.
La tensión entre el nuevo poder prooccidental de Ucrania y Rusia se redobló tras los acontecimientos en Crimea y el anuncio de que Moscú había recibido al derrocado presidente Viktor Yanukovich.
Esa escalada causaba preocupación en los gobiernos occidentales, que instaron a Rusia a respetar la integridad territorial de Ucrania, una ex república soviética independiente desde 1991.
Los parlamentarios crimeos aprobaron por la tarde una convocatoria a un referéndum el 25 de mayo para decidir el estatuto de autonomía de esa región. Es también la fecha elegida por las nuevas autoridades de Kiev para celebrar elecciones presidenciales anticipadas, que buscan legitimar la revolución que derribó a Yanukovich.
El mandatario, cuyo paradero se ignoraba desde hacía cinco días, hizo saber el jueves a agencias noticiosas rusas que seguía considerándose presidente y que el viernes daría una conferencia de prensa desde territorio ruso.
Un funcionario ruso de alto rango hizo saber que Moscú lo había acogido atendiendo a un pedido de "garantizar su seguridad personal".
El presidente interino ucraniano Olexander Turchinov advirtió que cualquier movimiento de tropas de la flota rusa del Mar Negro "será considerado como una agresión militar".
La advertencia se produjo al día siguiente de que el presidente Vladimir Putin pusiera en estado de alerta a las tropas rusas en la frontera con Ucrania, lo que incrementó los temores de maniobras militares para resolver una crisis con visos de Guerra Fría.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense Joe Biden llamó el jueves a Yatseniuk y prometió el "apoyo total" a los nuevos líderes del país, que buscan distanciarse de la influencia rusa.
Biden "prometió al primer ministro que los Estados Unidos ofrecerán su apoyo total a Ucrania cuando emprenda las necesarias reformas que devuelvan la salud económica, avance en la reconciliación, mantenga sus obligaciones internacionales y busque relaciones abiertas y constructivas con todos sus vecinos", según precisó un comunicado de la Casa Blanca.
La crisis en Ucrania, un país de 46 millones de habitantes, estalló cuando Yanukovich decidió en noviembre dar la espalda a un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) para estrechar vínculos con Rusia.
La represión de las protestas en Kiev se saldó la semana pasada con un baño de sangre que precipitó la destitución del mandatario por el Parlamento.