A través de un comunicado conjunto, los ex presidentes uruguayos Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y Jorge Batlle (2005-2010) denunciaron que lo que ocurre en Venezuela es una herida "en la conciencia democrática" del continente americano.
Los ex mandatarios, predecesores democráticos del actual gobierno de izquierdas del Frente Amplio, en el poder desde 2010, reclamaron en una breve misiva que "todo Estado latinoamericano" y toda "organización de las tantas que proclaman un objetivo democrático" están hoy "moralmente obligadas" a ayudar a retornar a la paz a Venezuela en el ejercicio de "una irrestricta libertad de reunión y expresión".
"Las multitudinarias expresiones de protesta pacífica han sido reprimidas con violencia, pese a que ellas eran la previsible consecuencia de un progresivo recorte de libertades, de los cierres de medios de difusión y de un desquicio económico que ha llevado al país a la inflación y a un desabastecimiento incompatible con la vida de una sociedad contemporánea", apuntaron los ex jefes de Estado.
El comunicado se publicó en la víspera de una visita a Montevideo del canciller venezolano, Elías Jaua, como parte de la gira informativa que realiza por los países del Mercosur para informar sobre la situación en su país y agradecer su apoyo al Gobierno.
También coincidió con una comparecencia parlamentaria del canciller uruguayo, Luis Almagro, donde se trató el tema de la violencia en el país caribeño, en donde desde la oposición se criticó duramente el apoyo a Maduro por parte de Uruguay y la represión a los manifestantes.
Las protestas cobraron fuerza a partir del día 12, cuando una manifestación pacífica de estudiantes y opositores degeneró en actos de violencia que dejaron tres jóvenes muertos por disparos de bala, homicidios por los que hay ocho miembros del Servicio de Inteligencia (Sebin) detenidos.
Las marchas y manifestaciones, que en algunos casos han derivado en actos de vandalismo y saqueo, han dejado un balance oficial en los últimos quince días, según la Fiscalía, de 13 personas muertas, cifra que se eleva a 16 según datos extraoficiales.
Maduro ha dicho que 50 personas han muerto como consecuencia de las barricadas y guarimbas (barreras y líos) montadas por piquetes de personas para impedir el tránsito.