Si bien aún no fue anunciado formalmente, la Organización de los Estados Americanos dejó sin efecto, el miércoles, la convocatoria para que el Consejo Permanente celebre el jueves una sesión extraordinaria para analizar las protestas violentas de los últimos días en Venezuela, debido a objeciones que la nación sudamericana presentó sobre la base del reglamento del organismo hemisférico.
El embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, solicitó la nulidad de la reunión solicitada por Panamá, alegando que fue efectuada en ausencia del presidente del Consejo Permanente, el dominicano Pedro Vergés.
Chaderton argumentó que el llamado debió ser emitido por la delegación que desempeña la vicepresidencia del Consejo Permanente, que durante el primer trimestre de 2014 corresponde a Venezuela. Los Estados miembros de la OEA ocupan la presidencia y vicepresidencia de manera rotatoria durante períodos de tres meses.
El embajador panameño ante la OEA, Arturo Villarino, dijo el miércoles a la agencia de noticias AP que se reunirá en las próximas horas con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para comunicarse con Vergés, cuyo retorno a Washington está previsto para la tarde de miércoles, y emitir una nueva convocatoria.
"Si la reunión no se hace mañana jueves, sería el viernes", sostuvo Villarino, refiriéndose a la sesión en la que el Consejo Permanente debatirá si convoca a los cancilleres a una reunión de consulta. La OEA usualmente adopta decisiones mediante consenso, pero también podría hacerlo si se consigue una votación a favor de 18 Estados miembros.
Panamá pidió el miércoles la reunión extraordinaria porque considera que hasta el momento la OEA ha abordado la crisis venezolana de manera superficial. Cuando el Consejo Permanente trató la semana pasada la situación en Venezuela de manera informal, Caracas rechazó las críticas de los Estados Unidos y Canadá sobre el respeto a los derechos de expresión y libre asociación.
Numerosas delegaciones se limitaron a lamentar la violencia y llamar al diálogo en Venezuela, pese a que decenas de manifestantes pedían con consignas y pancartas a la OEA que active la Carta Democrática Interamericana.
Las violentas protestas registradas en la capital venezolana y otras ciudades de ese país han dejado al menos 16 muertos, decenas de heridos y centenares de detenidos desde el 4 de febrero. La mayoría fue, no obstante, liberada; solamente se abrió proceso a 45. El presidente venezolano Nicolás Maduro ha rechazado las manifestaciones por considerarlas parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado.