La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó la censura informativa aplicada en Venezuela por el gobierno del presidente Nicolás Maduro que se manifiesta en el trato hostil contra periodistas y medios de comunicación nacionales y extranjeros.
Desde que se iniciaron el 12 de febrero las protestas contra el gobierno nacional, que han dejado 11 muertos, 150 heridos y decenas de detenidos, muchos periodistas y medios oficiales e independientes vieron afectada su labor, ya sea por restricciones directas aplicadas por las autoridades, así como por actos de violencia sufridos durante la cobertura noticiosa.
El episodio más destacado en los últimos días fue la revocación de las credenciales a reporteros de la cadena estadounidense CNN en Español, luego de que el presidente Maduro acusara al medio de "envenenar con sus mentiras". Días antes fue prohibida la señal del canal colombiano NTN24 por "razones de Estado".
La presidente de la SIP, Elizabeth Ballantine, del periódico estadounidense The Durango Herald, condenó la "censura oficial", a la vez que expresó que "ésta desenmascara el autoritarismo creciente de este gobierno de tratar de gobernar sin transparencia y de espaldas al público".
Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Claudio Paolillo, del semanario uruguayo Búsqueda, reclamó que en Venezuela se está gobernando en contra de la Carta Democrática Interamericana que establece como principio básico de la democracia el respeto por la libertad de prensa y por los derechos humanos.
La presión y hostigamiento contra los medios y periodistas desde que comenzaron las manifestaciones de protesta han dejado 61 casos de violaciones a la libertad de expresión, según datos publicados del Colegio Nacional de Periodistas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa y la organización no gubernamental Espacio Público. De esta cifra, 55 corresponden a agresiones contra periodistas durante la cobertura de las manifestaciones en varias ciudades del país.
Entre esos incidentes contra la prensa oficial, el presidente de Venezolana de Televisión (VTV), Yury Pimentel, denunció que la sede del canal público fue atacada con artefactos explosivos por grupos opositores al gobierno que asediaron la sede, instalaron barricadas, incendiaron basura y lanzaron objetos contra los trabajadores de la televisora; en esas circunstancias de agresión fue herida de bala la periodista Mayra Cienfuegos.
Los periódicos también están con dificultades para informar plenamente. El Gobierno sigue limitando el acceso a las divisas para que puedan importar papel, tinta y otros insumos básicos que no se fabrican en el país. La mayoría de periódicos redujo la cantidad de páginas y secciones, mientras una decena de ellos dejó de publicar por falta de papel, aunque continúan publicando en forma digital.
También se ha denunciado que el gobierno restringe el acceso a internet y ha bloqueado imágenes en Twitter.
La Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera en Venezuela (APEX) denunció las "agresiones, malos tratos, hostigamiento, amenazas y robos" contra los medios, corresponsales y trabajadores de la prensa y señaló como responsables "a fuerzas del orden, y en otros a individuos que integraban grupos irregulares".