Destinan fondos del Inadi para llevar a militantes y "aplaudidores"

Su interventor, Pedro Mouratian, quedó en la mira por utilizar fondos para transportar personas al Congreso

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Télam
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Adrián Escandar
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Cuando el pasado 11 de noviembre el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, llamó a otro militante peronista "pedazo de mogólico", muchos se preguntaron dónde estaba el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) para denunciarlo. Una pregunta similar surgió el 18 de febrero último, cuando el dirigente ultrakirchnerista Luis D´Elía le reclamó al gobierno venezolano que ejecute al opositor Leopoldo López, en lo que fue considerado como un gesto de intolerancia política desbocada.

En otras oportunidades, el Inadi no dudó en intervenir de oficio cuando el asesor de imagen de Mauricio Macri, Jaime Durán Barba, dijo que Hitler era "un tipo espectacular" o para atender las denuncias contra el sistema porteño de inscripción escolar.

La disparidad de criterios pareciera explicarse por el uso del organismo antidiscriminación como una usina de militantes. (Eliminando Variables) accedió a información que demuestra que el INADI está posicionándose como un polo de militancia oficialista y que esa entidad utiliza los fondos públicos para promover la figura de los funcionarios que el partido de gobierno quiere instalar en los medios.

El 26 de agosto del 2013, en el marco de la presentación del libro recopilatorio "10 años de Políticas Públicas para la Inclusión y la Igualdad", y con el fin de asegurarse convocatoria y muchos aplausos, el interventor del INADI, Pedro Mouratian, contrató con dinero público seis micros a la empresa Rutatlántica SA para transportar hasta el Congreso de la Nación a militantes kirchneristas. Una vez finalizada la presentación, según los pliegos del contrato, los micros debían retornar al lugar donde abordaron originalmente los pasajeros. La cifra abonada por Mouratian a la empresa transportista por los seis buses fue de $26.400.

Lo particular de esta contratación es que por primera vez se demuestra el uso de fondos públicos para transportar a simpatizantes a un acto supuestamente institucional, en plena campaña política, y tras haber sido derrotado el oficialismo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Se abría para ese entonces la instancia de las elecciones de medio término y el oficialismo necesitaba darles visibilidad a sus candidatos para revertir el traspié electoral del 11 de noviembre anterior. En ese marco, la presentación del libro fue uno de los primeros actos proselitistas a favor de los políticos propuestos por el kirchnerismo para la siguiente votación.

Como se dijo, el evento al que el INADI llevó a sus militantes se realizó ese lunes 26 de agosto, a las 11 de la mañana, en el "Salón Azul" del Senado. Contó, además de Mouratian, con la participación del entonces ex senador nacional Daniel Filmus, el ex legislador por la Ciudad y actual diputado nacional Juan Cabandié y la diputada nacional Diana Conti. Tuvo, incluso, cobertura mediática con cámaras de la TV Pública, fundamentalmente por la presencia de Filmus, por aquel entonces candidato a renovar la banca en el Senado por el Frente para la Victoria.

Según comentaron a este blog periodistas acreditados en el Congreso de la Nación, la capacidad del "Salón Azul" depende bastante si se utiliza parcial o totalmente. Explicaron que el salón -en un evento con sillas y un escenario- puede albergar a unas 200 personas, mientras que entrarían unas 500 personas de pie con la sala a tope.  En el caso puntual de esta presentación, según la crónica disponible en la web de la revista especializada El Parlamentario, "la audiencia colmaba el Salón Azul". Nada difícil de lograr si se contratan seis micros repletos de militantes, más algunos invitados especiales. Si se considera que cada ómnibus como los que fueron rentados para el evento transporta unos 50/55 pasajeros, es fácil comprender que la militancia movilizada con el dinero del INADI fue suficiente para colmar el acto.

Los datos revelados por (Eliminando Variables) corresponden a la contratación directa por trámite simplificado 25/2013, expediente 4-35574/2013, en el que Mouratian solicitó expresamente la contratación de los micros para el "traslado de personas", con la particularidad que estos militantes se congregaron para salir, a las 9 de la mañana de aquel lunes, desde cinco centros de jubilados y un club de barrio.

Los lugares de partida de los ómnibus estaban ubicados dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Chilavert 5819 (Centro de Jubilados y Pensionados "Cañada de Gómez"); Donato Álvarez 2175 (Centro de Jubilados "Siempre Jóvenes"); Sánchez de Loria 472 (Centro de Jubilados "San Carlos Sud"); Leopardi 443 (Centro de Jubilados y Pensionados "Rincón de la Amistad"); Cochabamba 311 (Asociación Civil "Parque Telmo") y Chacabuco 1294 (Centro de Jubilados y Pensionados "Nuevos Horizontes").

El "libro" de Mouratian

El "libro" que presentó Pedro Mouratian, de hecho, no es ningún libro. Es solamente un compendio normativo de 66 leyes y 26 decretos de "ampliación de derechos", según los responsables del INADI. El material impreso, según dijo el responsable del INADI, es la mejor manera de "rendir homenaje a estos diez años, es la mejor síntesis de lo que nos ha pasado".

Al jefe del INADI poco le importó el hecho que el libro haya sido un compendio y, envalentonado, en aquel acto –según recuerda El Parlamentario- dijo: "No es un libro más. Tiene que ver con un sueño, con una entidad". Y remató, para el aplauso cerrado de la militancia presente, que el libro era el "fruto de la decisión política de un presidente como Néstor y de Cristina (Kirchner), pero también el fruto de cada uno de ustedes".

El interventor realizó un verdadero "road show" en parte del país para presentar este libro, que comenzó en el Congreso de la Nación concluyó a mediados de diciembre del 2013, tocando provincias como La Pampa, Río Negro y Misiones, entre otras, siempre con la presencia de importantes autoridades locales y legisladores nacionales. Se desconoce, de hecho, si Mouratian o las diferentes delegaciones del interior del Instituto Nacional contra la Discriminación, en las que presentó el libro, realizaron contrataciones similares de micros para el transporte de militantes tal como ocurrió en la Capital Federal.

Tampoco se sabe si el INADI hallará el modo de repetir la operatoria para acercar militantes a la inauguración de sesiones del Congreso Nacional por parte de Cristina Kirchner el sábado 1 de marzo del 2014, en dónde se espera que el oficialismo reúna una cantidad muy importante de militantes.

Lo cierto es que el INADI se ha convertido en una fuente de polémicas constantes en la última década. A la contratación de micros se le suma la pelea entre Fabián Morgado y María Rachid por el control de ese organismo, una disputa que incluyó denuncias judiciales, violencia, declaraciones mediáticas cargadas de furia y peleas por escritorios. Fueron esos escándalos los que obligaron a la presidente a echar a Morgado y Rachid para reemplazarlos por el interventor Mouratián.

Mientras tanto, se acusa a esa institución de una constante falta de actividad cuando las denuncias por discriminación afectaban a funcionarios ligados al partido de gobierno. Esa inacción, se contrasta con la rapidez con que sus titulares reaccionan cuando se trata de proteger y promover a sus socios políticos. Esa discriminación de prioridades, parece haber condenado al INADI a una constante degradación de su función, que nunca fue pensada como auxiliar para las campañas electorales y mediáticas del gobierno de turno.

Publicado en el blog http://www.eliminandovariables.com

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