Rousseff llegó a la sede del Consejo Europeo, ubicada en la capital belga, acompañada por el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo. Fue recibida por una delegación comunitaria encabezada por los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Los mandatarios ingresaron sin hacer declaraciones antes de la reunión, en la que ambas partes esperan hacer un balance de las negociaciones que retomaron en 2010, pero que no registran grandes avances en el terreno comercial porque todavía no se produjo un intercambio de oferta de acceso a mercados de sus productos.
Días atrás, Barroso comentó que este encuentro constituiría "una importante ocasión para confirmar" su compromiso conjunto de lograr un ambicioso y equilibrado acuerdo UE-Mercosur.
La Unión Europea tiene previsto seguir negociando en bloque con el Mercado Común del Sur (Mercosur) en lugar de cerrar primero un acuerdo sólo con Brasil, según fuentes comunitarias.
"Si se quiere seguir (con países) por separado, lo tendríamos que estudiar", apuntaron, al tiempo que negaron haber recibido "alguna indicación formal de Brasil u otro socio del Mercosur para cambiar el enfoque de esta configuración y continuarla en otra".
Las fuentes añadieron que esperan que los países del Mercosur (Brasil, la Argentina, Uruguay y Paraguay, dado que Venezuela, que entró más tarde en el grupo, aún no participa a pleno en los trabajos con la Unión) "lleguen a un consenso entre ellos sobre qué nivel apropiado de ambición, que esperamos que sea alto, debe haber en las negociaciones para que éstas avancen".
La reunión también permitirá abordar las consultas que tienen ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) la UE y Brasil sobre las tasas fiscales "discriminatorias" que impone ese país a importaciones comunitarias. Así como también otra serie de cuestiones de interés bilateral en materia de cooperación en políticas sectoriales como competitividad e inversiones, pero también de tecnología y educación.
Aunque no forman parte de la agenda oficial, las protestas que vive Venezuela desde el 12 de febrero pasado también son una cuestión que preocupa a ambas partes y que estará presente en el encuentro, si bien es poco probable que haya una declaración política al respecto.
Una vez que concluya la cumbre bilateral, también está prevista una
empresarias de Europa y Brasil.