La tarde del 12 de febrero, cuando los estudiantes se disponían a desconcentrar la masiva manifestación que convocaron, un grupo de hombres armados que iban en su mayoría en motocicletas comenzaron a dispararles. Las balas dejaron tres muertos y decenas de heridos a lo largo de la jornada.
"No acepto grupos violentos en el campo del chavismo y la revolución. Quien quiera tener armas para combatir con armas, que se vaya del chavismo", había exclamado el presidente Nicolás Maduro el sábado 15 de febrero en la avenida Bolívar.
Pero la escena se repitió en otras movilizaciones opositoras posteriores. El miércoles pasado, los motorizados volvieron a atacar; esta vez en Valencia. Hubo nuevos heridos y la ex Miss Turismo Carabobo, Génesis Carmona, falleció a causa de un balazo en la cabeza.
¿Quiénes son estos hombres que se disponen a defender a tiros a la revolución bolivariana? El periódico venezolano El Universal señala que los colectivos armados tienen su origen en los grupos subversivos de izquierda radicados en el movimiento 23 de Enero.
"En principio eran los Tupamaros, pero en la década de los 80 comienzan las divisiones y surgieron otras formaciones", explicó el abogado criminalista Fermín Mármol García a dicho diario. Así nacieron los Carapaica, Alexis Vive y La Piedrita, entre otras agrupaciones que se identifican como chavistas radicales.
De acuerdo con Mármol García, en Venezuela "hay alrededor de 1.136 parroquias distribuidas en 335 municipios y, al menos, existe presencia de colectivos armados en un centenar de parroquias".
Los colectivos violentos "se autodenominan guardianes de la revolución, utilizan símbolos y colores del partido de Gobierno y tienen innegables amistades en el alto Gobierno", agregó. De hecho, en distintas ocasiones, la prensa local ha vinculado al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, con los colectivos armados.
El criminalista aseguró que "los colectivos tienen su fortaleza en el control territorial, extendiendo su dominio sobre los vecinos y comercios de la zona". En algunos casos, hasta cuentan con la aprobación de ciertos sectores de la comunidad, ya que ofician como guardianes de la zona y la protegen de las drogas y de la delincuencia.
A cambio, la población acepta que ellos asuman las funciones de "policías, fiscales y jueces", es decir, ejecutar por su cuenta penas contra quienes ellos consideran que son el "enemigo.
Las marchas contra el gobierno de Nicolás Maduro comenzaron hace tres semanas en el país. Los enfrentamientos entre los hombres armados del chavismo y los manifestantes dejaron
y casi un centenar de heridos.