La noticia de la captura de Joaquín "El Chapo" Guzmán, el narcotraficante más buscado por Estados Unidos y México, sigue recorriendo las primeras planas del mundo. De acuerdo a lo revelado por el propio fiscal, Jesús Murillo Karam, los operativos para finalmente capturar al líder del Cartel de Sinaloa llevó a la Armada mexicana unos diez días.
Una de las claves que permitió dar con el paradero del criminal más buscado del mundo fue un teléfono satelital, que el propio "Chapo" utilizó el lunes pasado. En la conversación le solicitaba a un subordinado ayuda para escapar de Culiacán, donde se solía esconder en un túnel, según consigna Reforma.
De acuerdo a datos arrojados por El País, el 12 de febrero se comenzó a cerrar el cerco al "narcocapo" mexicano. A partir de aquel día, el gobierno mexicano descubrió casas de seguridad, capturó a operadores del primer círculo de Guzmán, y redujo la capacidad de reacción de los sicarios mediante la incautación de un importante arsenal de armamento.
Previo a la captura del líder narcotraficante, el golpe más importante de estos diez días se produjo el 12, cuando fue detenido Daniel "El Pelacas" Fernández Domínguez en Puebla, por la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Marina.
La ruta de la caída de Guzmán comenzó a trazarse en una casa de seguridad, ubicada en la colonia de Libertad, Culiacán, donde miembros de la Marina encontraron túneles debajo de las tinas del baño. Allí, un extenso y ancho pasillo de metal conducía a un oscuro ducto, que era utilizado como "vía de escape" y "para la transportación de productos", de acuerdo a información brindada por autoridades locales.
El 16 de febrero, por la noche, el cuerpo oficial mantuvo un enfrentamiento armado contra el poderoso Cartel, en la zona de Culiancito, al norte de Culiacán. Esto permitió a la Marina romper la barrera que tenía instalada el grupo narcotraficante en la zona y penetrar en otros dos municipios del Estado: Navolato y Sinaloa de Leyva.
Dos días después, la Fiscalía anunció la captura de Mario Hidalgo Argûello y Mario López Osorio; dos hombres que pertenecen al primer círculo de Guzmán. En tanto, los días 19 y 20 continuaron las intensas operaciones para desmantelar al cartel. Como resultado de estas misiones, los efectivos mexicanos lograron detener a tres personas con 17 equipos de comunicación. Además, incautaron 14 vehículos blindados, una granada y once armas cortes.
En todo momento formó parte de las operaciones la Armada de México, sin participación de la policía. Días después se supo que contó con la colaboración de la DEA (Agencia Antidrogas de EEUU, por sus siglas en inglés).
Cuando todos los indicios llevaban a suponer que el objetivo más inmediato del gobierno mexicano era capturar a Ismael "Mayo" Zambada, uno de los fieles al Chapo, la Armada mexicana dio el gran golpe al atrapar nada menos que al cabecilla de uno de los carteles más grandes del mundo, acabando así con diez años de constantes esfuerzos para dar con el criminal más buscado.