"Quisiera enviar un saludo, no solo personal sino también en nombre de todos, a los cardenales ucranianos -Marian Jaworiski, arzobispo emérito de Leopoli, y Lubomyr Husar, arzobispo mayor emérito de Kiev- que en estos días sufren tanto y tienen tanta dificultad en su patria", aseguró el papa.
"Quizá -añadió- sería bello hacer llegar este mensaje en nombre de todos" y preguntó a los purpurados, "¿Estáis de acuerdo vosotros, con esto?", en medio de grandes aplausos.
El papa argentino hizo una vez más alusión a Ucrania, pues ya el miércoles pasado durante la audiencia general instó a todas las partes a que cese la violencia.
"Con preocupación sigo en estos días lo que está sucediendo en Kiev y aseguro mi cercanía a todo el pueblo ucraniano y rezo por todas las víctimas de la violencia, por sus familiares y por los heridos", dijo el pontífice argentino.
Francisco se dirigió, así, a los cardenales reunidos en Consistorio extraordinario en la nueva Aula del Sínodo para tratar el tema de la familia, pero introdujo el asunto de Ucrania, donde los muertos por la violencia han superado ya el centenar.
El sábado el papa investirá, en el que será el primer Consistorio público de su pontificado, a 19 arzobispos para ingresar en el Colegio Cardenalicio, cuyos miembros menores de 80 años eligen a un nuevo pontífice en el caso de que el anterior muera o renuncie.