"Estamos muy avanzados, el acuerdo está técnicamente cerrado, sólo falta acercar algunos puntos vinculados a definiciones legales", aseguraron desde el Ministerio de Economía, donde por estas horas los equipos técnicos oficiales y los enviados de la petrolera Repsol ultiman detalles.
El acuerdo con la empresa española parece estar encaminado y según trascendidos, marzo sería la fecha para cerrar la negociación. Desde la semana pasada, técnicos de la petrolera trabajan junto al equipo designado por el ministro Axel Kicillof para pulir algunas diferencias sobre la compensación por el 51% de las acciones que Repsol tenía en YPF.
El presidente de la petrolera, Antonio Brufau, admitió ante agencias de noticias internacionales que las conversaciones con Argentina "están avanzando", y se mostró optimista "pensando en que tanto para el bien de Argentina como por el bien de Repsol seremos capaces de intentar cuantificar una cifra de restitución y acabar esta historia".
En principio, según se especula, el monto de compensación oscilaría los 5.000 y 6.000 millones de dólares, y la retirada de todos los litigios judiciales. Esa cantidad está muy por debajo de los 10.500 millones de dólares inicialmente reclamados por Repsol, aunque aseguraron que estaría dentro de los límites fijados por la petrolera.
La participación de Miguel Galuccio, CEO de YPF, fue el gesto que permitió la apertura de las negociaciones entre Argentina y Repsol. También resultó clave el rol de la mexicana Pemex, accionista de la compañía española.
Desde ambas partes se especula que se llegará a marzo con el acuerdo cerrado. Desde YPF confían en que el próximo acuerdo asociativo será con la malaya Petronas. Galuccio, se reunió a fines de enero, en Kuala Lumpur, con el presidente de la petrolera, Tan Sri Dato'Shamsul Azhar Abbas. El propósito es avanzar en un acuerdo de inversión para el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en el megayacimiento Vaca Muerta.
Cerrar un acuerdo con Repsol es un logro político para el gobierno nacional y un paso importante para encarar con otra disposición las negociaciones con los acreedores en los Estados Unidos, el Club de París y hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI). También facilitará las conversaciones sobre los litigios con empresas privadas en los tribunales del CIADI.