El sacerdote Jesús Plaza, de 79 años, y el laico Luis Sánchez, de 84 años, fueron asesinados a puñaladas este sábado en las instalaciones del colegio Don Bosco de Valencia, según indicó la Fiscalía General en un comunicado.
Sin dar mayores detalles, el Ministerio Público informó que, en el incidente, también resultó herido otro sacerdote del colegio que fue trasladado a un hospital donde fue intervenido quirúrgicamente.
El ministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres, confirmó el domingo los asesinatos y dijo que giró instrucciones a la policía judicial para que inicie de inmediato las investigaciones.
"Hay muy extrañas circunstancias en torno a ese homicidio. Pareciera que está involucrado muchachito de 13 años y otro menor de edad que debe estar entre los 15 y 16 años", indicó Rodríguez Torres a la televisora estatal VTV.
El ministro dijo que las investigaciones preliminares determinaron que no se forzó ninguna puerta, y agregó que el colegio donde ocurrieron las muertes es de difícil acceso.
Venezuela es uno de los países más violentos de la región con una tasa de homicidios que, según registros oficiales, es de 39 por cada 100.000 habitantes. Pero de acuerdo con cálculos del Observatorio Venezolano de Violencia, una organización sin fines de lucro, el año pasado cerró con 79 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
El tema de la criminalidad, que es el principal problema que agobia a los venezolanos, adquirió auge desde inicios de año tras el cruento homicidio de la actriz y ex Miss Venezuela, Mónica Spear, asesinada junto con su pareja dentro de un vehículo en una carretera del centro del país. En el incidente, la hija de la actriz, de cinco años, resultó herida de bala en una pierna.
Estos asesinatos, además, fueron cometidos en un contexto especial en Venezuela, cuando miles de personas toman las calles desde hace una semana con distintos reclamos contra el gobierno de Nicolás Maduro, desde la inseguridad hasta la corrupción y la escasez de productos.