"Lo estamos estudiando", admitió esta semana el mandatario de Chile, Sebastián Piñera, sobre la posibilidad de que el país abandone el Pacto de Bogotá, el que le da jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Piñera abonó la idea de dejar el sistema internacional cuando fue consultado sobre si impugnaría el fallo de La Haya, que estableció que parte de la zona económica exclusiva de Chile en el Océano Pacífico fuera explotada por Perú y delimitó una nueva frontera marítima entre ambos países. "Es un tema que hemos conversado con la presidenta electa Michelle Bachelet", insistió. La declaración encendió rápidamente la polémica: ¿cómo resolverá sus conflictos el país si se retira de La Haya?
"Si Chile abandonara el Pacto de Bogotá, la consecuencia directa es que no estaría obligado a dirimir sus controversias con otros Estados ante la Corte de La Haya", señaló a Infobae el chileno Jorge Contesse, docente de derecho internacional en la Rutgers School of Law-Newark y la Universidad Diego Portales. "Podría hacerlo voluntariamente o bien mediante otros mecanismos, como el arbitraje internacional", agregó.
"Al ser parte de la ONU, Chile continúa obligado a solucionar de manera pacífica sus controversias internacionales usando los mecanismos que el Derecho Internacional entrega: los políticos, los diplomáticos o no jurisdiccionales, como negociaciones directas, y los jurisdiccionales, como arbitraje y arreglo judicial, según las reglas generales", precisó Paulina Astroza, experta chilena en Relaciones Internacionales y Derecho Internacional.
Astroza indicó que, además, Chile cuenta en varios tratados con mecanismos específicos de resolución: "Con la Argentina, en el Tratado de Paz y Amistad, cuenta con un procedimiento especial. Lo mismo ocurre con otros instrumentos internacionales suscritos por Chile. La posibilidad de recurrir ante la CIJ no es la única manera que entrega el Derecho Internacional, aunque es una muy importante".
Piñera y Bachelet
Las consecuencias de abandonar el Pacto de Bogotá
Al igual que en Colombia, la discusión en Chile con respecto al
Pacto de Bogotá surge ante un fallo que no fue del todo favorable para el país.
En 2012, luego de que La Haya determinara que parte del mar que pertenecía a
Colombia pasara a ser soberanía de Nicaragua, Juan Manuel Santos anunció el
retiro de su país.
Al respecto, Astroza remarcó la importancia del tratado,
suscrito por la mayoría de los países latinoamericanos en 1948. "El Pacto
nace como un esfuerzo más de la comunidad internacional para desterrar el uso
de la fuerza como mecanismo de solución de controversias", subrayó, aunque
aclaró que es un buen momento para evaluar su pertinencia, "pensar en
posibles modificaciones y avanzar en un mecanismo más adecuado al actual
contexto regional".
"El Pacto de Bogotá fue dictado en un contexto muy diferente al que vivimos hoy. Y ello, más que alentar la denuncia del Pacto, me parece que aconseja revisar y discutir entre los Estados firmantes y aun los que no son parte de él, como Argentina, cómo establecemos mecanismos de solución de conflictos para los países americanos", coincidió Contesse.
La posible denuncia de Chile al tratado internacional implicará que, desde la perspectiva jurídica, "al año de notificación, el Pacto deje de ser vinculante para Chile". "No solo no podrá ser demandado ante la CIJ luego de esa fecha, sino que tampoco podría demandar a los demás Estados parte", explicó Astroza.
"Desde el punto de vista político, la imagen que
proyectaría al exterior sería que, al no compartir
totalmente lo decidido por la CIJ, se resta del Pacto. Además, un nuevo retiro
de un país evidentemente debilitaría el tratado. Pero creo que el impacto no
sería igual en relación al Derecho Internacional y al sistema internacional en
general, porque Chile sigue inserto en
una comunidad que respeta y cuenta con otros mecanismos para cumplir con la
prohibición de la fuerza", sostuvo la especialista chilena.
Piñera y Evo Morales
La demanda marítima de Bolivia contra Chile
En abril del año pasado, Evo Morales presentó una demanda ante La Haya por el territorio marítimo que la nación perdió contra Chile en el siglo XIX, durante la Guerra del Pacífico. Aunque Chile abandonara el Pacto, de todas formas tendría que litigar con Bolivia ante la CIJ. "Desde lo estrictamente jurídico, no influiría en nada, puesto que el proceso ya se encuentra radicado ante la Corte. Pero desde una perspectiva política o diplomática, podría pensarse que es una mala señal retirarse del Pacto que le da competencia a la Corte, porque se está en desacuerdo con una decisión puntual de ella justo cuando seguimos litigando ante la misma Corte", evaluó Contesse.
Mientras avanza en la CIJ la demanda de Bolivia, que tiene tiempo hasta el 14 de abril para presentar sus argumentos ante la Corte, Chile continúa en el debate. Por lo pronto, dentro de un mes asumirá Michelle Bachelet y todo sugiere que será ella quién deba definir qué hará su país con el Pacto de Bogotá. Piñera, mandatario saliente, solo prendió la mecha de la discusión.