Poco parece haber cambiado en el mercado de cambios oficial. A pesar de que el Gobierno haya logrado cierta tranquilidad con el dólar y las reservas no caigan tanto, siguen trabando el pago de importaciones. Bancos afirmaron que la política del Central sigue siendo mantener el cepo a esta salida de dólares con fines comerciales. Estimaciones privadas en los bancos de la City dan cuenta de que se están aprobando entre el 30% y el 40% de lo que se avalaba antes de la restricción.
"Pasó de aprobar todo a casi cero y ahora subió un poco. Pero el volumen en el mercado de cambios te demuestra que no avalan operaciones. No creo que esto cambie en el corto plazo, seguirán con esta política", explican desde una entidad líder.
En las entidades no creen que el Central levante la restricción (que es informal, no escrita) al pago de importaciones. Sucede que aún tienen que mantener bajo control la salida de dólares. Los pagos por importación de energía se llevaron parte importante de las reservas en el último mes. Hubo cancelaciones diarias por más de u$s100 millones en medio de un mercado con poca oferta.
Ahora el ingreso de dólares de las exportaciones, la normativa para que bancos liquiden el exceso de posiciones en divisas, y la casi nula posibilidad de comprar dólares (para pagar importaciones o dividendos) hace que, curiosamente, "ahora sobren dólares en el mercado", según relatan en la plaza financiera.
Mientras que el Central pisa el pago de importaciones, para tentar a los exportadores planchó el tipo de cambio oficial (de hecho lo bajó) y redujo la brecha en el mercado de futuros para bajar las expectativas a una nueva devaluación. Esto último lo hizo a la fuerza porque obligó a los bancos a deshacer posiciones en ese mercado de futuros. O sea, lo hizo artificialmente y los precios de ahora poco y nada dicen sobre las reales expectativas.
"Queda claro que las bases de la mejora del mercado cambiario son artificiales. Ese tipo de mejora no perdura, y resulta posible que la situación final termine siendo más precaria, al haberse utilizado métodos coercitivos en lugar de resolver los problemas que crearon la sequía de divisas", advierte un reciente informe de Empiria Consultores, de dos ex BCRA como Hernán Lacunza y Pedro Rabasa.
"Es entendible que en épocas de urgencias nadie piense en el mediano y largo plazo, sino solo en llegar hasta los milagrosos dólares que provendrían de la soja en el segundo trimestre, pero debe evitarse suponer que el problema cambiario ha desaparecido", agregan.
En la misma línea, la consultora Elypsis afirma que "aunque la situación cambiaria pareció estabilizarse la semana pasada, creemos que es aún temprano para anunciar la victoria, en tanto se da en un contexto anómalo, tanto por el comunicado A5536 (para que los bancos bajen exposición en dólares) como por la virtual paralización de los pagos de importación".
"Mientras el Central apuesta a ganar tiempo hasta la llegada de los dólares de la cosecha gruesa, la aceleración de la inflación de enero y los primeros días de febrero, y el consiguiente riesgo de apreciación, vuelve al escenario altamente riesgoso, y susceptible a nuevos ataques en un futuro no muy lejano", agrega la consultora de Eduardo Levy Yeyati.