Dos de las víctimas fatales son estudiantes opositores y la tercera, un militante oficialista. El diario venezolano El Nacional confirmó que Bassil Alejandro Dacosta, alumno de 24 años del primer semestre de Mercadeo en la Universidad Alejandro Humboldt, murió cuando era intervenido en el hospital José María Vargas de Cotiza. En el mismo centro de salud, falleció Neyder Arellano Sierra, que cursaba Derecho en la Universidad central de Venezuela. Ambos llegaron con heridas de balas.
Hasta el momento, la cifra de muertos se mantiene en tres, pero los medios de comunicación locales y los propios manifestantes -a través de las redes sociales- denuncian más heridos; muchos de ellos, de gravedad. La fiscal María Luisa Ortega confirmó en Twitter que los lesionados en los enfrentamientos ascienden a 23.
El ataque se produjo cuando los estudiantes ya estaban desconcentrando. Habían llegado hasta la Fiscalía General como parte de su jornada de movilizaciones nacionales. Exigían la liberación de los jóvenes arrestados días atrás en otra protesta. Según pudo constatar un fotógrafo de AFP, en ese momento una banda de motorizados armados abrió fuego contra la manifestación.
Similares datos aportó el periodista Angel Villarroel Lara, que denunció en Twitter que colectivos pertenecientes al oficialismo lanzaron abrieron fuego al aire, mientras que la policía disparó perdigones contra las personas que se encontraban frente a la Fiscalía. "Colectivos armados acaban de herir a uno de los manifestantes de la marcha opositora en el Tramo Parque Carabobo - La Hoyada", reportó.
Denuncias chavistas
Un militante oficialista murió este miércoles en circunstancias que se desconocen cerca del lugar donde la oposición se manifestaba. "Desafortunado el asesinato de un cuadro combatiente de la revolución bolivariana, allá en Plaza Candelaria. El fascismo estaba ahí, ahí en la Fiscalía. Lo estaban cazando. Fue asesinado vilmente por el fascismo. Esto para nosotros es doloroso", acusó Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.
Cabello agregó, sin aclarar el nombre del fallecido, que era un "líder" de la populosa parroquia 23 de Enero de Caracas y de la revolución bolivariana. Y responsabilizó a los diputados opositores Leopoldo López y María Corina Machado por los hechos de violencia que han ocurrido en los últimos días en el país. "Ellos sólo tienen un objetivo: apoderarse de la patria y de sus recursos naturales para la entregárselos al imperio estadounidense".
Clima tenso en Caracas
"Ustedes son los protagonistas", escribió más temprano Henrique Capriles en su cuenta de Twitter. El principal referente de la oposición eligió la red social para respaldar a los estudiantes, que volvieron a la calle para reclamar una Venezuela mejor. Además, buscaban la liberación de sus compañeros detenidos días atrás en Mérida y Táchira.
El clima fue tenso en todo el país. La mayor represión se dio fuera de Caracas, en Táchira y Mérida, pero la capital se volvió un territorio en pugna: el chavismo convocó a una contramarcha para aplacar el impacto mediático de los jóvenes.
El gobernador de Lara, Henri Falcón, fue uno de los primeros en encender la alerta. "La violencia es el arma de quienes no tienen la razón", señaló en Twitter, a la vez que instó a quienes participan en la manifestación a no caer "en provocaciones".
Falcón reiteró su rechazo a la violencia "venga de donde venga". Por esa razón, había pedido a los jóvenes "evitar" cualquier acto violento, dado que "la protesta pacífica es válida y constitucional, no es el momento de la impaciencia, ni de la desesperación".
"La mayoría del país se anota con la paz, la unidad y el diálogo para resolver cualquier diferencia y enfrentar la crisis", afirmó.
La también opositora María Corina Machado hizo la misma reflexión: "No caeremos en trampas ni en provocaciones. Nuestra protesta cívica y pacífica es la expresión de nuestra convicción democrática". Para la legisladora, la violencia "ha sido un instrumento del régimen, que es quien la promueve e instiga en estas horas".
Los jóvenes hicieron suyos reclamos políticos y económicos. El país, gobernado hace 15 años por el chavismo, importa el 70% de todos los productos que consume, en especial comida. El férreo control cambiario, que prácticamente imposibilita a los empresarios el acceso a la divisa para poder importar, hace que haya desabastecimiento.
El problema se acentúa con otra faceta represiva del Estado: la cruzada contra el empresariado, ya que la Ley de Precios Justos, que estipula un tope de un 30% en las ganancias o penas de cárcel de hasta 13 años si se incumple la normativa, tiene a los comerciantes con el accionar restringido.
La inflación cerró en el 56,2% en 2013, pero para este 2014 la cifra acumulada mensual vaticina un escenario aún peor. Además, la inseguridad (según datos del Observatorio Venezolano de Violencia, en 2013 se registraron 24.763 homicidios, 79 por cada 100 mil habitantes) es otro de sus grandes reclamos.
Los estudiantes opositores se han vuelto la mayor pesadilla para el presidente Nicolás Maduro. Se movilizan en masa, tienen claras sus reivindicaciones, están organizados y no le temen a la represión del Estado. Esta actitud hizo que la ira presidencial no tardara en llegar. Hay un antecedente de esta relación de odio: el período en el que Maduro ejercía la presidencia mientras Hugo Chávez permanecía convaleciente en Cuba.
Por ese entonces, el actual mandatario era el vicepresidente de Venezuela en ejercicio del poder. Nada se sabía del hoy fallecido líder bolivariano. Los partes de su estado de salud no eran comunicados por médicos, sino que se trataba de mensajes informales que se usaban como arenga de campaña y no como medio para informar la gravedad real.
En ese escenario, la oposición no lograba entusiasmar ni -menos aún- movilizar. Fueron estos mismos estudiantes que hoy salieron a tomar el país los que llenaban plazas para exigir la verdad sobre Chávez. Ellos fueron los únicos que mantuvieron a lo largo de los meses el reclamo por la verdad. No temían que los trataran de irrespetuosos a la investidura presidencial, ellos quería saber qué pasaba con el presidente -que seguramente no habían votado, pero que también era el de ellos-.
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La secretaria general de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Hilda Rubí, aseguró que la actividad está desvinculada de partidos políticos: "Los estudiantes somos autónomos".
La dirigente agregó que otro motivo de la convocatoria es la conmemoración de los 200 años de la Batalla de la Victoria, donde estudiantes armados por los grupos independentistas defendieron la ciudad La Victoria de las tropas realistas. "Hoy, día de la juventud venezolana, seguimos buscando la libertad de nuestro país", dijo la dirigente estudiantil a Globovisión.
Los estudiantes de otras universidades del país también se unieron a la convocatoria lanzada en Caracas, lo que ha dado a la jornada alcance nacional. Las manifestaciones más importantes se han producido en Zulia (noroeste), Puerto Ordaz (centro-este), Carabobo (centro-norte), Mérida (oeste) y Táchira (oeste).
La protesta de los estudiantes contra el chavismo cuenta con el apoyo de diferentes dirigentes y bloques de la oposición. La convocatoria fue efectuada por Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular; María Corina Machado y el alcalde metropolitano Antonio Ledezma. Además, también es apoyada por el resto de los partidos y funcionarios de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el Movimiento Estudiantil.