El FMI emitió un comunicado en el que destaca el desempeño económico de Bolivia, su crecimiento, estabilidad y perspectivas de corto plazo, que ubican al país entre los de mejor desempeño de 2013.
"Un buen desempeño macroeconómico y la aplicación de políticas sociales activas desde mediados de la primera década de 2000 contribuyeron a que Bolivia prácticamente triplicara el ingreso per cápita y redujera la pobreza", comienza el informe del Fondo Monetario Internacional.
Si bien resalta que ese país se vio beneficiado por el aumento de los precios de los commodities, el organismo menciona que las autoridades conjugaron "superávits gemelos en las cuentas fiscales y las cuentas externas"; esta política permitió incrementar las reservas internacionales a casi un 50% del PIB, lo que convierte a Bolivia en un país mucho más sólido para soportar shocks externos.
La economía boliviana habría crecido 6,7% en 2013, "el mayor crecimiento en 30 años", dice el Fondo y agrega que las estimaciones para 2014 rondan el 5,4 por ciento. La inflación experimentó un recalentamiento durante el año pasado que las autoridades lograron neutralizar con una adecuada política monetaria, ya que subieron las tasas de interés y se promovieron medidas para mejorar la oferta de alimentos, una combinación que logró buenos resultados.
El FMI estima que, en 2014, la economía de Bolivia cerrará el año con un pequeño déficit fiscal de 0,4% del PIB, lo que contrasta con el superávit de 0,6% de 2013. El leve deterioro fiscal se explica por el programa de inversiones públicas para industrializar el sector de recursos naturales.
A pesar de las perspectivas de aumento de gasto público, el FMI destaca que "que la deuda pública bruta mantendrá una trayectoria descendente y se reducirá a 32,5% del PIB para fines de 2013, frente a un 40% del PIB registrado en 2009", una clara muestra de modelo de desendeudamiento.
El crecimiento de Bolivia, según el organismo, se sustenta en el alto nivel de exportaciones de hidrocarburos, un sólido consumo privado sin descuidar "las políticas sociales que se han orientado a lograr ambiciosos proyectos redistributivos y de reducción de la pobreza".
Advertencias sobre la Ley de Servicios Financieros
El sistema financiero boliviano es sólido y se encuentra adecuadamente capitalizado, pero el FMI advierte que la nueva Ley de Servicios Financieros conlleva algunos riesgos que podrían cambiar el actual escenario.
Si bien el organismo valora positivamente la Ley, también señala que ciertas medidas podrían "crear riesgos para la estabilidad financiera", como las regulaciones sobre tasas activas y una polémica disposición que establece "cuotas mínimas de préstamos para el sector productivo y para viviendas de interés social".