Metegol se consagró en la 28ª entrega de los premios Goya. La película del director argentino Juan José Campanella fue reconocida en la categoría animación por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España.
Futbolín, como fue titulada la producción en el país ibérico, le ganó a El extraordinario viaje de Lucius Dumb, del director Maite Ruiz, Hinoku, defensores de Gaia, de Samuel Barreto y Manuel González Mauricio y a Justin, la espada del valor, de Manuel Sicilia.
Sobre el escenario del Centro de Congresos Príncipe Felipe, en el Hotel Auditorium de Madrid, los productores de la realización agradecieron la distinción en nombre de Campanella, quien no pudo asistir a la gala.
"Esta película está dando la vuelta al mundo, creíamos que los únicos que podían hacerlo eran los americanos. Juan José (Campanella) sos un maestro, pasamos siete años para hacer esta película, es muy emocionante saber que estamos acá y poder ser reconocidos. Muchísimas gracias y sigamos haciendo estos sueños posibles", sostuvo al recibir el premio uno de los productores.
"Gracias @telefecom por haber creído desde el primer minuto en este sueño de @juancampanell", publicó en su Twitter Axel Kuschevatzky, quien trabajó junto al reconocido director para hacer Metegol.
Este primer film de animación del director de El secreto de sus ojos, fue inspirado en el cuento del escritor Roberto Fontanarrosa, Memorias de un wing derecho, en el que se narran las aventuras de Amadeo, un chico tímido pero virtuoso, que debe enfrentarse a su rival, el Crack, en una cancha de fútbol.
Para ello contará con la inestimable ayuda de unos jugadores de metegol liderados por el Wing, su carismático extremo derecho. Amadeo y los jugadores se embarcan en una gran aventura con el fútbol como marco de esta emocionante historia de amor, respeto, amistad y pasión.
En esta co-producción de la Argentina, México y España trabajaron más de 400 personas, se invirtieron siete años para su creación y un presupuesto que ronda los 9 millones de dólares. Una inversión que volvió con creces, al ser vendida a más de 70 países y convertirse en todo un éxito de taquilla.
El film Wakolda, de Lucía Puenzo, en tanto, no corrió la misma suerte al competir como mejor película iberoamericana junto a Azul y no tan rosa, del venezolano Miguel Ferrari (la producción que resultó triunfante), Gloria, del chileno Sebastián Leilo, y La jaula de oro, del mexicano Diego Quemada-Diez.
Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor dirección:
David Trueba por Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor dirección novel:
Fernando Franco por La herida
Mejor actor protagonista:
Javier Cámara por Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor actriz protagonista:
Marian Álvarez por La herida
Mejor actor de reparto:
Roberto Álamo por La gran familia española
Mejor actriz de reparto:
Terele Pávez por Las brujas de Zugarramurdi
Actor revelación:
Javier Pereira por Stockholm
Actriz revelación:
Natalia de Molina por Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor guión original:
Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor guión adaptado:
Todas las mujeres
Mejor música original:
Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor dirección de producción:
Las brujas de Zugarramurdi
Mejor montaje:
Las brujas de Zugarramurdi
Mejor diseño de vestuario:
Las brujas de Zugarramurdi
Mejor sonido:
Las brujas de Zugarramurdi
Mejor película de animación:
Futbolín (Metegol)
Mejor película iberoamericana:
Azul y no tan rosa
Mejor cortometraje de ficción español:
Abstenerse agencias
Mejor cortometraje documental español:
Minerita
Mejor canción original:
La gran familia española
Mejor dirección de fotografía:
Caníbal
Mejor dirección artística:
Las brujas de Zugarramurdi
Mejor maquillaje y/o peluquería:
La gran familia española
Mejores efectos especiales:
Las brujas de Zugarramurdi
Mejor película documental:
Las maestras de la República
Mejor película europea:
Amor
Mejor cortometraje de animación español:
Cuerdas
Goya de honor:
Jaime de Armiñán