Dylan Farrow respondió a la carta abierta que público Woody Allen en The New York Times. La joven de 28 años negó que su madre adoptiva Mía Farrow la indujese a mentir y calificó de "tergiversaciones y mentiras" las declaraciones del cineasta, a quien acusó de haberla abusado sexualmente cuando tenía 7 años.
"Una vez más, Woody Allen nos ataca a mí y a mi familia en un esfuerzo por desacreditarme y silenciarme. Pero nada de lo que dice o escribe puede cambiar la verdad. Desde hace veinte años, nunca he vacilado al describir lo que él me hizo. Voy a llevar los recuerdos de cómo sobreviví a estas experiencias el resto de mi vida", aseguró la hija adoptiva de Mía Farrow y Woody Allen en The Hollywood Reporter.
En 1992, durante la separación de Mia y Woody, investigaron si el director de cine había abusado de la niña. Finalmente, concluyeron sin que se lo acusara. En ese momento, Allen inició una relación con Soon-Yi Previn, otra hija adoptiva de Farrow, con la que se casó en 1997.
Dylan repasó las conclusiones de la Corte Suprema de Nueva York, cuando se negó todo tipo de acceso de Allen a la pequeña. Recordó que su madre no fue la primera en denunciar el acoso: "El insiste en que mi madre le puso cargos criminales, de hecho, fue mi pediatra quien denunció el incidente a la policía, sobre la base de mis primeros relatos".
"Los documentos en manos de la Corte demuestran que él estaba en tratamiento por lo que sus propios terapeutas describen como comportamiento inapropiado hacia mí, desde al menos 1991", explicó.
La hija adoptiva de Farrow agregó que Allen alega en su defensa que "pasó por una prueba del detector de mentiras", aunque de hecho, "se negó a tomar el examen administrado por la policía estatal", y en cambio "fue él quien contrató a alguien que le administrara su propia prueba". Además, destacó que hay testimonios de niñeras que vieron un comportamiento sexual inadecuado de Woody hacia ella.
Cabe recordar que Woody negó haber abusado de su hija adoptiva y señaló que "amaba" a la niña que él y Farrow adoptaron durante su relación de doce años que finalizó con un agrio enfrentamiento. "Espero que un día ella se dé cuenta de cómo le impidieron contar con un padre amoroso y como se aprovechó de ella una madre más interesada en su propio odio que en el bienestar de su hija", señaló el realizador de Annie Hall.
Por otra parte, Dylan afirmó que no encontraron evidencias para afirmar que Mia Farrow la haya obligado a declarar sobre el acoso o que la actriz haya actuado como una "mujer despechada con deseos de venganza contra Woody por haber seducido a Soon-Yi".
Además manifestó que el fiscal de Conneticut concluyó que había "una causa probable" para presentar una demanda, pero que decidía no hacerlo para proteger a "la víctima, una niña", dado su frágil estado.
"Desde el fondo de mi corazón, voy a estar eternamente agradecida por el gran apoyo que he recibido de los sobrevivientes en otros caso de acoso. Si hablar de mi experiencia puede ayudar a otros a ponerse de pie contra sus verdugos, valdrá la pena el dolor y el sufrimiento que mi padre sigue aún causando en mí. Woody Allen tiene un arsenal de abogados y publicistas, pero lo único que no tiene de su lado es la verdad. Espero que esto sea el final de sus ataques y viciosos y de la campaña en los medios de comunicación movida por sus abogados y publicistas tal y como ha prometido. No voy a dejar que se entierre la verdad y no voy a ser silenciada", finalizó Dylan.