Una semana después del fracaso de las negociaciones en Ginebra, donde el gobierno sirio y los rebeldes no llegaron a un acuerdo sobre ninguno de los puntos tratados, el régimen de Bashar al Assad volvió a darle la espalda a Occidente. Este miércoles se cumplía el plazo para la evacuación de su territorio de 1.200 toneladas de agentes químicos. Sin embargo, el dictador no respetó sus obligaciones internacionales en materia de destrucción de su arsenal.
Un vocero de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Michael Luhan, indicó a la AFP que esta situación era "evidente". "No hay necesidad de añadir ningún comentario", apuntó.
Por su parte, el viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Fayçal Meqdad, afirmó el miércoles que Siria estaba decidida a "aplicar por completo" el acuerdo sobre la destrucción de su arsenal químico.
Meqdad evocó, sin embargo, las "dificultades" que impedían a las autoridades sirias respetar sus obligaciones, provocadas por "los grupos terroristas armados", en referencia a la oposición y a los rebeldes sirios.
Además de las 700 toneladas de agentes químicos que deberían haber salido de Siria antes del 31 de diciembre, el miércoles debían haber abandonado el territorio otras 500 toneladas más de "categoría 2".
Sólo dos cargamentos de agentes químicos partieron del puerto sirio de Lataquia el 7 y el 27 de enero, lo que, según Washington, representa alrededor del 4% de las toneladas que deberían haber sido evacuadas antes del 31 de diciembre.
El plan de desarme químico de Siria aprobado por la ONU, tras un acuerdo entre Moscú y Washington, prevé la eliminación de la totalidad del arsenal químico sirio antes del 30 de junio.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, exhortó el viernes en Berlín al presidente sirio, Bashar al Assad, a respetar sus obligaciones internacionales, y le advirtió sobre las consecuencias si no lo hacía. La ONU prevé desde sanciones hasta acciones militares.
Al Assad no cede ante la presión internacional
Las muertes civiles no cesan
En el terreno, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA) comenzó a suministrar vacunas de la polio en el campo sirio de refugiados de Yarmuk.
Según una ONG, al menos 88 personas murieron de hambre y por falta de cuidados médicos en este campo, asediado durante meses por el ejército sirio, antes de que un acuerdo permitiera la llegada de alimentos y medicinas.
Además, otras 65 fueron víctimas en las últimas 24 horas por los constantes ataques del régimen. Entre ellas, 12 niños y 5 mujeres informaron este miércoles los comités que coordinan a la oposición, que reportaron bombardeos de artillería de fuerzas de Damasco en la localidad de Zabadani, al noroeste de la capital.
Medios de prensa vinculados al régimen de Bashar al Assad dijeron que numerosos "terroristas" murieron en combates en Aleppo, Damasco, Homs y Dayr az Zawr.
La agencia Sana sostuvo que una mujer y un niño murieron en Aleppo en un bombardeo con morteros lanzado por fuerzas rebeldes.