"Estamos preparando la documentación para proporcionar asistencia legal a los jugadores y estamos listos para la huelga", dijo el presidente del sindicato de jugadores, Rinaldo Martorelli, al diario O Estado de Sao Paulo. A cuatro meses del Mundial Brasil 2014, otro hecho avergüenza al país anfitrión ante los ojos del mundo.
El ataque de hinchas del Corinthians a los jugadores de su propio club se produjo el sábado y desató la indignación pública en todo el fútbol brasileño. Los más afectados fueron el goleador peruano Paolo Guerrero, a quien tomaron del cuello e intentaron estrangular, y Alexandre Pato, que llegó al "Timao" a cambió de 15 millones de dólares proveniente del Milan.
"Guerrero fue agredido aquí, el jugador que marcó el gol más importante de la historia del Corinthians. No merecíamos eso y creo que es un retroceso para el club", dijo Mario Gobbi, presidente del Corinthians, a Radio Bandeirantes, luego de un episodio en el que los barras conversaron con el entrenador Mano Menezes, dañaron el auto de Romarinho, ingresaron a la piscina del complejo deportivo y rompieron vidrios del local de entrenamiento.
"Es muy triste ver personas sin la menor preparación y educación confundiendo el fútbol con su razón de vida y transformando una derrota en un motivo para hacer sangrar a alguien. Tenemos un respeto profundo por la hinchada, pero existe un grupo pequeño que realmente no tiene condiciones para vivir en sociedad", añadió la máxima autoridad del club paulista.
Este martes, Guerrero declaró que ya se encuentra recuperado tras la agresión y avisó que el equipo sólo piensa en "sacar adelante al club y seguir dando lo mejor". "¡Muchas gracias a todos por sus mensajes y preocupación! Estoy bien, el sábado se vivió un momento de tensión que ya está superado", aseguró a través de su cuenta oficial en Facebook.
Corinthians sumó su tercera derrota consecutiva el domingo al perder por 2-1 como visitante frente a Ponte Preta, pero el peruano aseguró que sacarán mejores resultados: "Yo estoy feliz aquí y seguiré luchando para darles más alegrías. ¡VAI CORINTHIANS!".