La suba del impuesto a los bienes de lujo que comenzó a regir a finales de 2013 afectaba a los autos de alta gama, pero la devaluación podría provocar que también afecte a los interesados en adquirir vehículos del segmento medio e incluso bajo.
"Los gravámenes del 35% a los autos de más de 170 mil pesos y del 50% a los que superaran los 250 mil abarcaban a un 20% del mercado. Sin embargo, ahora se armó un cóctel medio letal porque el cambio del valor del dólar oficial genera modificaciones del 15 al 20 por ciento en los precios de lista, debido a que las terminales tienen insumos importados", explicó Príncipe en declaraciones a Radio 10.
En ese sentido, el titular de la Cámara de Comercio Automotor (CCA) apuntó: "Esto (el aumento del precio de lista) hace entrar al 60 o 70 por ciento del mercado dentro del segmento grabado con impuestos internos". Entonces, lo que era una penalidad para el sector de alta gama, ahora alcanzó al automóvil medio y, en algunos casos, también al que está un poco por debajo", advirtió.
Tras comentar que acababa de leer las listas de precios que le enviaron las marcas, Príncipe estimó: "Los autos, en algunos casos, aumentaron entre un 50 o 70 por ciento. Y en la gama media alta hay subas de hasta el 100%".
Consultado sobre el piso del valor de un 0 kilómetro, el presidente de la CCA adelantó: "Un Volkswagen Gol quedaría en unos $107.000 aproximadamente, según la nueva lista. Aparentemente ningún auto va a estar por debajo de los 100 mil pesos".
"El mercado cambió y está paralizado, hay que esperar. Pienso que el Gobierno estará inquieto porque los autos generaban una recaudación importante. No creo que quiera resignar eso", analizó Príncipe, que se permitió hacer una sugerencia: "Creo que acá tiene que haber algún retoque. Los impuestos internos se pusieron con una intención pero ahora el gravamen entró en un segmento que no estaba contemplado en ese momento".
Al respecto, el representante de la Cámara de Comercio Automotor apuntó: "Yo no soy economista ni dirijo el país, pero creo que la solución es subir mucho la base imponible (el valor que define qué vehículos son gravados) o segmentarlo de tal manera que el mercado lo vaya absorbiendo".
"Tuvimos los cinco mejores años de la industria, pero se armó una infraestructura en base a ese crecimiento. Sería una pena que se produjera una parálisis y se pierdan empleos", advirtió.