Frente a presidentes y representantes de cada uno de los países de la región, Raúl Castro inauguró la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en La Habana. El presidente cubano expuso un fuerte discurso contra los Estados Unidos, y exigió sacar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, acto que tildó de "injusto", pese al histórico apoyo que el régimen ha brindado a las guerrillas.
Antes de comenzar su discurso de apertura, el mandatario pidió un minuto de silencio en memoria del fallecido ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a quien calificó como "un luchador por la independencia, la cooperación, la solidaridad y la integridad latinoamericana y caribeña, y por la creación de esta Cumbre".
En los últimos días, los preparativos de la Cumbre estuvieron opacados por distintos hechos de detención y persecución del régimen contra líderes de la oposición. Sin embargo, el presidente cubano insistió en que esta zona de América Latina y el Caribe "ha sido proclamada como una zona de paz", y llamó a resolver todo conflicto por medio de "vías pacíficas y negociación".
"Debe ser primordial la creación de un espacio político común en el que avancemos hacia el respeto por la paz", agregó el mandatario.
El presidente de la isla, en tanto, expresó su apoyo a la República Argentina en su reclamo por las Islas Malvinas, y llamó al Reino Unido "a que acepte el diálogo y la negociación". A su vez, también respaldó a otra Nación "amiga" del régimen cubano, Ecuador. Raúl fustigó la disputa que mantiene el gobierno de Rafael Correa con la petrolera Chevron y criticó a los "tribunales sesgados por la codicia".
Con respecto a los objetivos principales que trazará la Cumbre, Castro puntualizó en tres cuestiones fundamentales: "El tema central de esta Cumbre es la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad".
Además, también abogó por los "pequeños estados insulares en desarrollo del Caribe", que requieren una especial atención a sus problemas particulares. "El impacto de la crisis económica de 2008-2009 fue especialmente severo en esa parte de la región, y los efectos de los desastres naturales también incidieron en esa realidad", expresó el presidente cubano.
Cómo sigue la Cumbre
Luego de la sesión pública de apertura, presidida por el hermano de Fidel Castro, seguirá otra reunión a puertas cerradas.
Por la tarde, los mandatarios participarán en una segunda sesión pública y en la noche acudirán al Palacio de la Revolución -corazón político de la isla-, donde se tomarán la foto oficial del encuentro y asistirán a una cena de gala.
El miércoles, segunda jornada de la Cumbre, los gobernantes deberán suscribir una declaración de más de 80 puntos con temas que van desde la lucha contra la pobreza hasta el desarme.
Los analistas estiman que la cumbre significa una potente señal para los Estados Unidos de que esta región de 600 millones de habitantes ya no acepta el aislamiento de Cuba, aunque eso no va a cambiar la política de Washington, que sigue anclada en la Guerra Fría.
"Hace años que las democracias de América Latina vienen pidiendo el fin al embargo (a Cuba, vigente desde 1962). Hace años que los Estados Unidos vienen haciendo caso omiso a esa petición", declaró a la AFP el politólogo Patricio Navia, de la Universidad de Nueva York.
El miércoles, en la clausura del cónclave, Cuba entregará a Costa Rica la presidencia rotativa de la Celac que ejerció el último año, el máximo reconocimiento diplomático dado por la región a la isla comunista en medio siglo.
En la cumbre participan los 33 países del bloque, aunque no con la presencia de todos los gobernantes. Algunos países han enviado representantes de sus respectivas presidencias.
El programa de la Cumbre