Tres explosiones sacudieron áreas importantes de El Cairo el viernes, incluyendo una estación de policía cerca de la zona de pirámides, matando a cinco personas en el primer ataque de gran magnitud en la capital egipcia mientras los insurgentes redoblan una campaña de violencia tras el derrocamiento del ahora ex presidente islamista, Mohamed Mursi.
Nadie se ha atribuido los atentados, pero evidencian las huellas distintivas de los extremistas islámicos que han incrementado sus ataques contra la policía y el ejército tras el golpe de Estado del 3 de julio del año pasado y una violenta campaña hacia sus seguidores encabezados por los Hermanos Musulmanes.
Las explosiones se registraron mientras el país se encuentra en alerta máxima por el tercer aniversario del inicio del levantamiento del 25 de enero de 2011 que derrocó al entonces líder Hosni Mubarak. Los partidarios de Morsi han prometido aprovechar el acontecimiento para ganar fuerza en sus intentos por "acabar con el golpe".
Los actos de violencia del viernes iniciaron cuando un agresor suicida estrelló su vehículo en los bloques de cemento que rodean la principal delegación de policía de Egipto en el corazón de El Cairo, matando al menos a cuatro personas y arrojando nubes de humo negro. La explosión también causó serios daños en edificios cercanos, entre ellos, el renovado Museo de Arte Islámico.
El Ministerio de Salud indicó en un comunicado que cuatro personas murieron y cerca de 50 más resultaron heridas.
Aproximadamente dos horas después, otra bomba estalló cerca de un vehículo de la policía en patrullaje cerca de la estación del metro cerca del Centro de Cultura Rusa en El Cairo, lo que causó la muerte de una persona e hirió a otras ocho, dijeron funcionarios.
Una tercera explosión, de menor intensidad, se registró en la estación de la policía en Talbiya casi a cuatro kilómetros (dos millas) de las famosas pirámides de Giza, pero no dejó víctimas, agregaron los funcionarios, que hablaron a condición del anonimato por no tener autorización para informar a los medios.
El ministro de Antigüedades, Mohammed Ibrahim, dijo que la explosión en la delegación de policía "dañó seriamente" los muros del Museo de Arte Islámico, del siglo XIX. En un comunicado a los medios emitido pocas horas después del ataque, Ibrahim dijo que también presentan daños graves los objetos y artefactos exhibidos en el museo, incluyendo una poco común colección de objetos islámicos que datan de 1881.
Ibrahim señaló que el museo, que recientemente fue renovado en un proyecto multimillonario, tendrá que ser "reconstruido".