De este modo, con el aumento de la paridad cambiaria que rige todas las operaciones comerciales y financieras autorizadas, y es base para el turismo, en el último mes acumula un incremento de 21% y casi 29% desde el 20 de noviembre cuando asumieron los nuevos ministros y presidentes del Banco Central.
"Se trató de un final anunciado de un atraso cambiario destinado a contener la suba de los precios internos, pero sin lograrlo, y no tendrá un final feliz, porque mientras no se anuncie un plan integral seguirán cayendo las reservas del Banco Central y presionará al alza sobre el tipo de cambio", dijo en su paso por InfobaeTV el ex vicepresidente de la autoridad monetaria, Felipe Murolo.
Y si bien la corrección que se observó en los últimos dos días, con una depreciación de la moneda nacional del 13% –pese al anuncio del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, de proponerse todo lo contrario–, no tiene antecedentes desde la salida traumática de la convertibilidad, en los primeros días de 2002, hay una sustancial diferencia.
En los últimos dos días la moneda se depreció 13%
Al respecto, Felipe Murolo destacó que "en 2002 el régimen del tipo de cambio era libre y se mantenía la relación de convertibilidad entre la base monetaria y las reservas. Hoy, por el contrario, esa relación se ha maquillado y, descontando los depósitos en dólares del sector privado y otros instrumentos de regulación monetaria, arroja un valor de poco más de 14 pesos por dólar, el cual es casi el doble del que tenía el tipo oficial a comienzos de semana".
Subibajas recurrentes y finales traumáticos
La historia argentina muestra varios episodios de atraso y muy altos y la forma de determinarlo no se basa en los valores diarios simplemente, sino en relación a la tasa de inflación de cada momento. De ese modo se puede advertir cuándo la paridad cambiaria favorece a los exportadores y el país por tanto se torna competitivo (alta y peso bajo), al menos en términos cambiarios, y cuándo incentiva las importaciones y desalienta la producción nacional (es baja y la moneda nacional se aprecia artificialmente).
Según una serie de tipo de cambio real histórico ajustado por la variación de la tasa de inflación que elaboró el economista Roberto Cachanosky, en los últimos 40 años se observan con nitidez tres grandes picos: fueron en 1974, antes del Rodrigazo, en 1982, con la crisis de Malvinas, y fines de diciembre de 1989 a la salida de la primera hiperinflación, tras el final anticipado del gobierno de Raúl Alfonsín.
El resto de la serie muestra oscilaciones en un rango bajo, siendo los más marcados los que correspondieron a la "tablita de Martínez de Hoz", fines de los 70, luego durante la convertibilidad, entre 1991 y 2001 y posteriormente desde 2004 hasta el presente. En la mayoría de los casos, coincidieron en haber comenzado con un "colchón cambiario", pero fue rápidamente erosionado por la inflación y la aplicación de altas retenciones a las exportaciones, como persiste en la actualidad.
Según Cachanosky, el tipo de cambio promedio real de esa serie de 43 años se ubica en el equivalente a valores de hoy de 15 a 20 pesos por dólar.
De acuerdo con ese parámetro, hasta el dólar en el mercado libre se encuentra rezagado, hoy cerró en 13,10 pesos por unidad. Pero, por el contrario, "luce alineado con la base monetaria amplia sobre reservas, que es de 18 pesos por dólar", calculó el economista.
En todos los casos, el desencadenante de los procesos de atraso cambiario fue el desborde del gasto público respecto de la capacidad de recaudación de impuestos y, como ahora, se apeló al uso de la emisión monetaria que exacerbó la inflación y el derrumbe de la posición de reservas del Banco Central.
De ahí que el consenso de los economistas recomienda que el Gobierno presente un plan integral, con levantamiento del cepo cambiario, sinceramiento de las variables más rezagadas como las tarifas y apuntar a un plan de estabilidad de precios y equilibrio de las cuentas fiscales.
El impacto sobre los salarios
Daniel Artana, economista jefe de FIEL, destacó en su paso por InfobaeTV sobre los riesgos de espiralización de la inflación en la crisis de 1975 que derivó en un salto cambiario de 100% en pocos meses. Dijo que "la suba del tipo de cambio fue entonces más fuerte, sobre todo de lo que estábamos acostumbrados, y se llamó a revisar las tarifas y los acuerdos previos en paritarias. Por eso lo importante ahora es que haya un plan para que esto no se traduzca en ajuste de precios y salarios que deriven en un escenario de alta inflación con efectos complicados sobre la economía real" (la producción y el empleo).
El salario mínimo vital y móvil perdió en un año 14% en dólares pese a subir 35% en pesos
El impacto de la devaluación del peso se refleja con nitidez en la pérdida de poder de compra de los salarios. El salario mínimo vital y móvil que en enero de 2013 era de $2.670 era equivalente a 537 dólares al cambio oficial, hoy, con un aumento nominal de 35%,a $3.600 representa 462 dólares, con una pérdida de 14% y llegó a caer hasta u$s419 si se toma el pico del tipo de cambio de la jornada de 8,60 pesos.
Peor aún resulta la equivalencia del salario promedio de la economía en su conjunto, la cual a partir de datos del Indec se estima hoy en casi $8.100, equivalente a 1.038 dólares, cuando doce meses antes el nivel medio de $6.400 significaba 1.285 dólares.
Justamente, uno de los objetivos de la depreciación del valor de la moneda es la búsqueda de la depreciación de los salarios de los trabajadores, para posibilitar mayor competitividad de las empresas. Todo lo contrario de lo que hasta ayer comunicaba el jefe de Gabinete en sus miniconferencias de prensa.
Hoy, como ayer, tras el claro abandono del gradualismo de la política cambiaria, ningún funcionario de Gobierno indicó si esto formaba parte de un plan de mayor alcance, a tono con supuestas sugerencias que recibió el ministro de Economía Axel Kicillof en su viaje relámpago a París para comenzar a dar los primeros pasos hacia la normalización de la deuda en default con 16 de los 19 países que integran el Club de París.
Mientras tanto, fuentes de mercado confiaron a Infobae que el Gobierno estabilizaría el tipo de cambio oficial en $9, lo que dispararia el dólar para el turismo a 12,15 pesos y que el libre podria afirmarse en torno a los 13 pesos actuales.