Pareciera que la guerra civil que está azotando a su país le es ajena al presidente sirio Bashar al Assad. En una entrevista concedida a la agencia de noticias AFP, el mandatario afirmó que existen "muchas posibilidades" de que busque la reelección en junio, en vísperas de la conferencia de paz Ginebra II, en la cual la oposición buscará que se aleje del poder.
El mandatario sostuvo además que la guerra contra los rebeldes será aún larga, de modo que despeja, así, las expectativas de una rápida solución negociada al conflicto, que desde marzo de 2011 dejó ya más de 130.000 muertos.
"Considero que nada me impide presentar mi candidatura [...] y si la opinión lo pide, no dudaré un segundo en hacerlo. En resumen, podemos decir que hay muchas posibilidades de que presente mi candidatura", reconoció Al Assad en la entrevista realizada este domingo en Damasco, a tres días de la conferencia internacional que se abrirá el miércoles en Suiza.
El presidente sirio, de 48 años, accedió al poder en julio del año 2000, como sucesor de su padre Hafez al Assad, fallecido un mes antes luego de haber dirigido el país durante tres décadas.
De esa manera, el jefe de Estado negó cualquier posibilidad de admitir en su gobierno a representantes de la oposición, a la que acusó de ser una "creación" de los servicios de inteligencia extranjeros.
Los opositores "vienen hasta la frontera media hora y luego huyen ¿Cómo pueden entonces ser miembros del gobierno? ¿Acaso un ministro puede ejercer sus funciones desde el exterior? Son ideas irrealistas, podemos considerarlas como una broma", declaró.
Al Assad reivindicó avances de sus tropas en la guerra contra los "terroristas", un término con el que descalifica a todos los insurgentes.
"Podemos decir que realizamos progresos en la lucha antiterrorista, pero eso no significa que la victoria sea inminente", admitió. "Este tipo de batalla es complicada, no es fácil y exige mucho tiempo", añadió el mandatario sirio.
Aseguró, además, que una derrota de su régimen sembraría el caos en toda la región. "Si Siria pierde la batalla, el caos se instalará en todo Medio Oriente", advirtió.
Para Al Assad, la conferencia de Ginebra II tiene que fijarse como prioridad la lucha contra el "terrorismo" en Siria.
"La conferencia de Ginebra tiene que alcanzar resultados claros en lo que respecta a la lucha contra el terrorismo [...], esa sería la decisión, el resultado más importante de la conferencia. Cualquier resultado político que no incluyera la lucha contra el terrorismo carecería de valor", expresó el presidente.
Por su parte, Al Assad se negó a efectuar cualquier distinción entre grupos rebeldes y yihadistas, ambos enfrentados a su régimen, pero que desde hace dos semanas libran una guerra sin cuartel.
"Nos hallamos frente a un solo bando, a saber, el de las organizaciones terroristas extremistas, independientemente de los nombres que les den los medios occidentales", declaró.
El mandatario, que vive en Damasco con su esposa y sus tres hijos, afirmó que en los tres años de conflicto nunca pensó en huir de su país.
"Huir no es una opción en estos casos. Debo estar en primera línea de los defensores de la patria. Este era el único escenario desde el primer día de la crisis", concluyó.
Fuente: AFP - Por: Lucas Goyret / lgoyret@infobae.com.