El único que permanecerá en el cargo de la comisión que vigilará al Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el banco vaticano, será el cardenal Jean-Louis Tauran.
Junto al religioso francés, actual presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, estarán el austríaco Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena; el canadiense Thomas Collins, arzobispo de Toronto; el español Santos Abril y Castelló, arcipreste de la basílica papal de Santa María Mayor, y el cardenal italiano designado Pietro Parolin, que recibirá la "birreta" cardenalicia en el consistorio del 22 de febrero.
La nueva comisión tiene mandato por un quinquenio. Por el momento no fue indicado quien la presidirá. Tauran, considerado un diplomático de raza, actuará de nexo entre la nueva comisión y la precedente. La saliente era presidida por el ex secretario de Estado Tarcisio Bertone, con mandato vencido tras el anuncio de la dimisión de Benedicto XVI y poco antes del inicio de la sede vacante.
Junto a Bertone y Tauran integraban la comisión el brasileño Odilo Pedro Scherer, arzobispo de San Pablo; el indio Telesphore Toppo, arzobispo de Ranchi, y el cardenal italiano Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la sede apostólica.
El mandato de Bertone y de los otros miembros de la comisión de vigilancia en teoría debería haber sido quinquenal, pero su duración se tornó "políticamente" insostenible con un nuevo papa: está claro que Francisco quiso elegir personalmente a los cardenales en esta comisión de vital importancia, según su propia sensibilidad y sus propios objetivos de gobierno.
Los cardenales que vigilan el banco vaticano tienen una función destacada para la política de transparencia financiera que Bergoglio heredó de Ratzinger y que busca perseguir con determinación, como demostró la creación en julio pasado de una comisión que estudia reformas y la renovación del Ior. Este organismo crucial es encabezado por el cardenal Raffaele Farina, salesiano con dotes de reformador. Tauran también forma parte de esa comisión.
En julio, además, Francisco instituyó una comisión de investigaciones sobre los activos financieros del Ior, para mejorar las estrategias, evitar el despilfarro de recursos y en especial garantizar la transparencia. Esta comisión está compuesta por laicos, expertos en materia jurídica, económica, financiera y organizativa, ya sea consultores o revisores de instituciones económicas vaticanas o eclesiásticas. Sólo el secretario del board es eclesiástico: monseñor Lucio Angel Vallejo Balda.