El Rally Dakar es una competencia apasionante, pero también dura y peligrosa para sus participantes. El piloto portugués Paulo Gonçalves vivió estas sensaciones en carne propia ayer, durante la quinta etapa, que unió a las provincias de La Rioja y Tucumán.
El corredor de Honda, que el año pasado fue campeón mundial de Cross Country, lideraba el tramo. Sin embargo, su supremacía terminó cuando su vehículo comenzó a incendiarse.
Aunque intentó tirarle arena para apagar las llamas, el esfuerzo fue inútil y la pérdida fue total. De esta manera, el portugués debió poner fin a su participación en la edición 2014 del Dakar.
Goncalves pidió ayuda a uno de sus colegas, pero este pasó de largo y continuó con la carrera. El llanto desconsolado del piloto de Honda fue el fiel reflejo de la impotencia y la desazón.