El dólar libre
descendió un 1,5% por la aparición repentina de billetes luego
de que la moneda norteamericana ascendiera a máximos históricos en la jornada
previa, dijeron fuentes del mercado a Reuters.
La volatilidad del
dólar informal es seguida de cerca por la plaza financiera ya que, pese a no
tener grandes volúmenes, se instala como un referente en medio de la
incertidumbre sobre el futuro de la economía del país y una aceleración de la
inflación.
Los ahorristas
recurren al circuito paralelo para resguardarse de la alta inflación dado que
un control de cambios prohíbe adquirir la divisa en los bancos para
atesoramiento. En los últimos días también se registró una mayor demanda de
dólares por el inicio de la temporada turística.
El dólar libre se pactó al cierre a $10,77, luego de tocar el martes su máximo récord de 10,93 pesos. Desde inicios de enero del 2013, esta plaza cambiaria acumula una apreciación cercana al 50 por ciento. En esta jornada, los operadores indicaron a Reuters que desconocían el origen de la repentina oferta de dólares.
En la franja mayorista, el dólar volvió a marcar un techo histórico al ascender a $6,605, controlado por la venta de divisas que encabeza el Banco Central en la plaza interbancaria.
Los últimos datos de referencia que surgen de las
estadísticas del Banco Central dan cuenta de que el dólar teórico de convertibilidad (que resulta de dividir Base Monetaria por reservas) se ubicaba a fines de diciembre en $12,13 por dólar.
Ahora se intenta disminuir la brecha de más de 11% con el libre a través del retiro de pesos del mercado con operaciones de mercado abierto, es decir, la emisión de Letras y Notas del Banco Central, las cuales son suscriptas mayormente por las entidades financieras, compañías financieras y fondos comunes de inversión. La absorción de $2.200 millones de este martes apuntó a quitar pesos de la economía y desinflar por esta vía la fuerte demanda en el paralelo.
El valor hipotético de convertibilidad se ubica en $12,13 por dólar
De ese modo, el equipo conducido por Juan Carlos Fábrega dejó deslizar las tasas de interés para las colocaciones a plazo fijo, a un rango de 21% para las entidades de primera línea y 24% anual en las de segundo orden, pero todavía lucen negativas en comparación con una tasa de inflación que ya se disparó a más de 30% al año.
Tampoco las tasas de interés aparecen atractivas frente a un dólar que en el circuito oficial aumentó 34% en los pasados doce meses y en el marginal se aceleró a más de 50 por ciento.
Los operadores aseguran que mientras no aparezcan señales de poner en caja el desborde de gasto público respecto de los recursos tributarios y la política monetaria sea más astringente, el valor de la divisa seguirá mostrando movimientos bruscos, con tendencia claramente ascendente.
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