Kicillof vuelve a la carga con un desdoblamiento cambiario para frenar la pérdida de reservas

El ministro de Economía se encuentra ante el dilema de instrumentar la idea que expresaba a mediados de 2012 o seguir perdiendo dólares y enfrentar una megadevaluación con inflación

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 Nicolás Stulberg 162
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En el seno del equipo económico que conduce el ministro de Economía Axel Kicillof piensan que no hay mucho tiempo más para desdoblar el mercado cambiario si la suba del dólar paralelo continúa y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sigue perdiendo reservas internacionales. La intención de fijar un dólar financiero más caro para el turismo o dólar libre y un dólar comercial más barato para las operaciones de comercio exterior y pagos de deuda pública y privada habría vuelto a aflorar en las huestes del funcionario en los últimos días.

La imposibilidad del BCRA de intervenir en el mercado libre paralelo o ilegal de cambio vendiendo dólares para bajar o subir el precio de la divisa -como lo hizo en las cuatro crisis cambiarias que se sucedieron entre mediados del 2007 y mediados del 2009 por la crisis financiera internacional- es el mayor problema de la política cambiaria al haber declarado el Gobierno ilegal al mercado del dólar paralelo en octubre del 2011. Hoy se da la paradoja que el BCRA sale a vender dólares en el mercado oficial y el precio del dólar sube en el mercado oficial y en el mercado paralelo. Toda una incongruencia desde el punto de vista de la política cambiaria que indica que cuando el BCRA sale a intervenir y vende dólares en el mercado el precio baja y cuando sale a comprar el precio sube, como ocurrió entre el 2007 y el 2009 cuando Martín Redrado era el presidente del BCRA.

Con un valor del dólar libre, paralelo, ilegal, o como se llame que no tiene techo y que está pronto a superar la barrera de los 11 pesos; con un Banco Central que sigue perdiendo reservas internacionales vendiendo dólares baratos a 6,70 pesos; con una inflación en aumento y con serios cortocircuitos a la hora de expresar el rumbo económico por parte de las autoridades, por ahora no se ven soluciones para salir de esta especie de "frankenstein cambiario" que el gobierno de Cristina Kirchner creó a fines de octubre de 2011.

No sólo se comenzó a prohibir las compras de dólares, sino que además se declaró ilegal al mercado del dólar libre o paralelo prohibiendo al BCRA poder intervenir en ese mercado y se fomentó el turismo barato y las compras con tarjetas de crédito en el exterior y por internet, algo nunca visto en la historia económica argentina reciente. Las reservas del BCRA cayeron desde ese momento unos 16.000 millones de dólares, el dólar oficial pasó de 4,40 a 6,70 pesos y el dólar paralelo o ilegal que creó el Gobierno -hasta ese momento no había- se fue de 4,40 a los casi 11 pesos de ahora.

El antecedente es que en las últimas semanas de diciembre Kicillof se reunió con economistas de su confianza y consulta permanente, como el vicepresidente del Banco Nación, Enrique Arceo, el economista de FLACSO Eduardo Basualdo, quien fuera director por el estado en YPF Alejandro Roffman,  y también habría consultado al ex ministro de Economía Aldo Ferrer, según afirma el portal La Política Online. El diagnóstico de estos habría sido lapidario contra el actual esquema cambiario y a favor de un desdoblamiento del dólar para que el BCRA deje de vender dólares baratos y pueda intervenir en el mercado cambiario del dólar libre para no dejarle la ganancia cambiaria a los operadores financieros. También criticaron el régimen especial de importaciones de la isla de Tierra del Fuego y la baja integración del sector automotriz que implican más salidas de dólares al exterior por pago de importaciones.

El desdoblamiento cambiario es la vieja idea que Kicillof expresaba en junio de 2012, pero que no pudo poner en práctica en ese momento por la oposición de la tríada que formaban el vicepresidente Amado Boudou, el secretario de Finanzas Hernán Lorenzino y el titular de la AFIP Ricardo Echegaray, con la venia de Guillermo Moreno.

En el mercado financiero, una gran cantidad de operadores sostienen que de esta forma se evitaría frenar la sangrienta fuga de dólares que el Gobierno aceleró luego de la instrumentación del control a las compras de dólares por parte de la AFIP a partir del 29 de octubre del 2011 en una conferencia que dieron en el Salón de los Cuadros del Ministerio de Economía esos tres funcionarios.

Cerca de Kicillof sostienen que una de las trabas para modificar el actual esquema cambiario es el propio Echegaray. Este es considerado como "el último de los mohicanos", ya es el único funcionario que queda en el gobierno de los que anunciaron el control a las compras de dólares. A los tres, junto a Moreno, se los señala por haber declarado ilegal las compras de dólares.

La salida que tendría hoy Kicillof si desdobla el mercado cambiario con un dólar financiero cercano a los 11 pesos y un dólar comercial que podría llegar a los 7 pesos es poder intervenir en el mercado del dólar libre para evitar que el peso se siga devaluando frente al dólar en ese mercado y que la ganancia cambiaria -como ocurría en los 70 y los 80 cuando se utilizaban esos sistemas- se la lleve el BCRA y no los operadores financieros que se quedan con unos 50 millones diarios de ganancias por las compras y ventas de dólares en ese mercado. Al parecer no faltaría mucho tiempo para que Kicillof aplique el desdoblamiento con un BCRA que sigue perdiendo dólares y con la amenaza de una espiralización de la inflación que el gobierno no puede frenar por el momento.


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