Fuentes de la Policía Antinarcóticos consultadas por el diario El Colombiano afirmaron que hay veinte frentes dedicados al negocio, que se soportan la economía de los bloques Comando Conjunto de Occidente, Sur, Oriental e Iván Ríos, en los que reposa la estrategia militar de las FARC. Estos frentes están en Antioquia, Norte de Santander, Chocó, Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Putumayo, Meta y Caquetá.
Según detalla el periódico local, fue en noviembre de 2013 cuando la Policía Antinarcóticos encontró en la selva nariñense, cerca a Tumaco, un submarino de 12 metros de largo y tres y medio de ancho. El general Rodolfo Palomino, director de la Policía, aseguró que el sumergible pertenecía a las FARC y que en él se podían transportar ocho toneladas de coca, que desembarcarían en Centroamérica.
El Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito registró que en 2012 había 48 mil hectáreas sembradas de coca en 23 de los 32 departamentos del país. Lo que encontraron las autoridades fue que esas zonas coinciden con los lugares en que las FARC están asentadas.
Las FARC son la segunda organización mundial de tráfico de drogas, tal como la definió el subsecretario de Estado adjunto para la lucha antinarcóticos de los EEUU, William Brownfield; de hecho, la Justicia de ese país acusó a la narcoguerrilla de ser responsable del 60% de la cocaína que llega a los EEUU y ha presentado cargos por narcotráfico sobre 50 de sus líderes.
La guerrilla más antigua de América controla y custodia los campos sembrados de coca y garantiza el transporte de la droga hacia Panamá y Centroamérica, desde donde parten los envíos a los EEUU. El líder del recientemente desmovilizado F-57 confirmó la sociedad entre guerrilleros y narcotraficantes.
La frontera con Venezuela también es un área de acción del narcotráfico y la guerrilla como aliada. A fines de julio, la Policía Nacional y la DEA capturaron a 17 integrantes de una banda de narcotraficantes que tenían alianzas con las FARC, el ELN y las bacrim. El ex presidente Uribe acusó, en varias ocasiones, al gobierno del extinto Hugo Chávez de ser un protector de la narcoguerrilla.
El "negocio" del secuestro que las FARC utilizaron durante décadas quedó de lado cuando los dólares de la droga resultaron más rentables. El presidente del Partido Liberal Colombiano, Simón Gaviria, denunció en la Justicia a la financiera Interbolsa y presentó pruebas de que las FARC y el narcotráfico lavaban dinero de sus actividades ilegales. Según América Economía, se lavaron más de u$s10.000 millones anuales del narcotráfico.
A pesar de las pruebas, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, es optimista y estima que los vínculos entre los guerrilleros y el narcotráfico durarán "hasta que las FARC terminen".
Mientras, en el 13 de enero continuará, en Cuba, el debate sobre el problema de las drogas ilícitas y el narcotráfico, el tercer tema de negociación tras los acuerdos parciales logrados sobre desarrollo rural y participación política, los dos primeros puntos de la agenda que rige este proceso.