Al menos 25 insurgentes murieron este martes en un ataque del ejército iraquí en la ciudad de Ramadi, controlada en parte por milicianos de Al Qaeda, tras una ofensiva infructuosa durante la noche, mientras que el gobierno de Nouri al Maliki decidió por el momento esperar para atacar Fallujah, la otra ciudad que está en manos del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL).
"La Fuerza Aérea iraquí detectó varios vehículos cargados de armas pesadas" en una plaza de Ramadi y "dispararon misiles, que mataron a 25 insurgentes y destruyeron armas", manifestó a AFP el teniente Mohamed al Askari, vocero del ministerio de Defensa.
Varios barrios de Ramadi y la totalidad de Fallujah (situadas a 100 y 60 km respectivamente al oeste de Bagdad, capital iraquí) cayeron la semana pasada bajo control de insurgentes pertenecientes al EIIL, un grupo vinculado a Al Qaeda.
Es la primera vez tras la insurrección que siguió a la invasión de Irak liderada por los Estados Unidos en 2003, en que insurgentes vinculados a la red terrorista, que también se han convertido en una fuerza de peso en el conflicto de la vecina Siria, toman abiertamente el control de zonas urbanas en Irak.
Los yihadistas del EIIL repelieron la ofensiva lanzada por las fuerzas de seguridad iraquíes junto a miembros de tribus durante la noche del lunes al martes en Ramadi.
"Las fuerzas de seguridad y hombres armados de tribus intentaron entrar ayer [lunes] por la noche en zonas controladas por el EIIL en el sur de la ciudad", explicó a AFP un capitán de la policía de Ramadi. Y agregó: "Las fuerzas de seguridad no lograron penetrar en estas zonas, que siguen controladas por el EIIL".
En estos combates, murieron cuatro civiles y resultaron heridos otros 14, según lo reportado por Ahmed Abdel Salam, médico del hospital de Ramadi, que no contaba con un balance de víctimas tanto entre los militares como entre los insurgentes.
En Fallujah, el ejército iraquí no lanzará por el momento una ofensiva contra los yihadistas, debido a la presencia de habitantes civiles, agregó Mohamed al Askari.
"Por el momento es imposible lanzar un asalto contra Fallujah", explicó Al Askari. Hay que evitar "que corra la sangre de sus habitantes", añadió.
No obstante, siguieron desplegándose refuerzos alrededor de la ciudad.
Hace dos días, una fuente gubernamental había anunciado que el ejército preparaba una importante operación para recuperar la ciudad.
Desde Washington, el Pentágono anunció una aceleración en las entregas ya previstas de misiles y de drones de vigilancia a Irak.