La renovación de una indemnización por desempleo en Estados Unidos franqueó un obstáculo en el Senado este martes, luego de una votación que debería abrir la vía para su eventual aprobación en el Congreso, como reclama Barack Obama.
Luego de la votación, el presidente de los Estados Unidos ofreció un discurso para exhortar a los congresistas republicanos que apoyen la medida porque si no se restablece la "línea de vida" tendrá un efecto dominó que socavará a millones de trabajadores y sus familias en 2014 y frenará una economía que crece modestamente.
"Muchos de nuestros amigos, muchos de nuestros vecinos han perdido sus empleos y están esforzándose cada día para encontrar un nuevo puesto de trabajo", dijo Obama desde un acto en la Casa Blanca donde estaba flanqueado por varios estadounidenses desempleados
"A medida que el mercado de trabajo se ponga cada vez mejor, más y más de estas personas encontrarán trabajo. Pero, mientras tanto, el seguro les impide caer de un precipicio", señaló el mandatario.
Los senadores votaron por 60 contra 37 a favor del texto en una cuestión del procedimiento, que debería permitir su aprobación más adelante en la cámara alta. Pero los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, que también debería aprobar la norma, adelantaron que se opondrían a ella si no es financiada por fondos provenientes de otros rubros.
Ante la falta de acuerdo entre legisladores demócratas y republicanos, esa ampliación, aprobada en 2008 por la administración del presidente George W. Bush, concluyó a fines de diciembre: 1,3 millón de desempleados perdieron en forma inmediata su seguro de desempleo.
Los pagos del seguro por desempleo expiraron al final del año pasado porque la oposición republicana se negó a renovarlos, con el argumento de que el programa tenía naturaleza temporal y, además, su extensión, aseguran, disuade a quienes están en paro de buscar activamente un nuevo puesto laboral.
La tasa de desempleo en el país se ha reducido en noviembre a 7,0%, su nivel más bajo de los últimos cinco años, pero siguen existiendo numerosas zonas oscuras, en particular en lo que se refiere al desempleo de larga duración.
Según datos oficiales, más de un tercio de los 10,9 millones de desempleados que hay en Estados Unidos, busca un empleo desde hace más de seis meses.
Los economistas de la Casa Blanca argumentan que la renovación de las ayudas no sólo beneficiaría a los desempleados, sino que propiciaría al mismo tiempo la creación de 200.000 puestos de trabajo y contribuiría, así, al crecimiento económico.
Sin embargo, los legisladores republicanos rechazan una nueva prórroga de estas ayudas, que tienen una dotación media de 1.166 dólares mensuales, porque, aseguran, aumentaría el déficit federal, a no ser que éste se compensara con recortes de gastos en otras partidas presupuestarias.