El papa Francisco confirmó lo que será su segundo viaje oficial fuera de las fronteras de Italia. A mediados de año se trasladará hasta Medio Oriente para realizar una peregrinación a Tierra Santa, además de una visita a Belén, Jersulén y Amán, capital de Jordania.
La breve gira internacional tendrá lugar entre el 24 y 26 de mayo próximos, según informó el propio Sumo Pontífice en el Ángelus que dio este domingo en el Vaticano.
Será aquel su segundo viaje oficial al extranjero como máximo representante de la Iglesia Católica. El primero había sido su participación en las Jornadas de la Juventud organizadas en Brasil, un compromiso que debía cumplir porque ya había sido acordado por su antecesor, Benedicto XVI.
Aunque aquel fue su único viaje internacional, el papa Francisco tuvo además algunos desplazamientos en el interior de Italia, como la visita que realizó a la localidad de Lampedusa luego de que casi un centenar de inmigrantes africanos murieran en un naufragio cuando intentaban llegar a las costas de ese país.
Si bien hasta el momento se desconoce cuáles serán los eventos oficiales de su visita, cabe esperar que el Sumo Pontífice haga un llamado a la paz en la región o incluso que posea una intervención más activa, como la que tuvo en el conflicto por la guerra civil en Siria.
Jorge Bergoglio recordó que en las palabras del Evangelio de Juan "el Verbo se hizo carne y vino a habitar en medio a nosotros, que no termina nunca de sorprendernos, está todo el Cristianismo". De ahí, para el Pontífice, "deriva también el entusiasmo, la esperanza de nosotros los cristianos, que en la pobreza sepamos ser amados, ser visitados, acompañados por Dios".
Según Bergoglio, por más que "la historia humana y la personal de cada uno de nosotros pueda estar marcada por las dificultades y la debilidades, la fe en la Encarnación nos dice que Dios es solidario con el hombre y con su historia".
El Papa también subrayó que "en el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios hay un aspecto vinculado a la libertad humana, a la libertad de cada uno de nosotros". "El Verbo de Dios instala su carpa entre nosotros -explicó-, pecadores y necesitados de misericordia. Y todos nosotros tendremos que apurarnos a recibir la gracia que El nos ofrece", subrayó.