Conseguir víveres en Venezuela, una odisea que puede varios durar días

Como resultado de un desabastecimiento cada vez más pronunciado, las personas se ven obligadas a recorrer hasta seis tiendas distintas para completar sus compras

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 EFE 163
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Con un índice de escasez que en 2013 estuvo en el orden del 22,4% en promedio, y que en algunos alimentos llegó a superar el 80%, hacer las compras en Venezuela se convirtió en una odisea.

Esto ha modificado radicalmente la vida de las familias, que deben desplegar todo tipo de estrategias para reunir los víveres que necesitan para sobrevivir. Por ejemplo, algunos se ponen de acuerdo con familiares y vecinos para hacer grandes compras al por mayor trasladándose a ciudades que tienen más oferta.

Otros deben seguir el camino contrario, e ir resolviendo día a día. "Ya no hago un mercado mensual, sino casi a diario. Donde estoy veo si hay un supermercado cerca, y si consigo harina, leche y papel higiénico, compro", cuenta Rita Martínez, residente de Candelaria, Trujillo, consultada por El Nacional.

Andrés Hernández, de Los Chaguaramos, en Caracas, explicó al periódico venezolano que la conserje del edificio en el que vive avisa cuando se produce el hecho excepcional de que llegue leche de larga duración y otros productos esenciales a un supermercado. "Compramos dos y tres veces un producto el mismo día, por el temor de que luego no lo consigamos en varias semanas. He pasado dos meses sin conseguir leche", precisa.

La situación llega al extremo de que en la mayoría de los grandes comercios se pueden ver largas filas de personas aguardando la llegada de los camiones distribuidores, para ver si traen alguna joya que escasea desde hace meses. Cuando esto ocurre, los desbordes son frecuentes, lo que obligó al Gobierno a desplegar a miembros de Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional para custodiar los camiones.

Una encuesta de Kantar Worldpanel realizada recientemente dio precisiones sobre cómo se trastrocó la vida de los venezolanos. Por ejemplo, el 55% asegura estar dispuesto a pagar más en lugares en los que encuentra todo fácilmente, cuando en el resto de los países de la región esta postura es sólo sostenida por el 37%.

"Los compradores tienen que caminar más kilómetros para conseguir los productos. En promedio, un hogar está utilizando una mezcla de cinco a seis canales de venta, cuando antes solo acudían a dos o tres. Igualmente, tardan más en la experiencia de compra buscando los productos que necesitan", explicó Roberto Baskin, gerente general de Kantar Worldpanel.

El resultado de la combinación de escasez con alta inflación es que las personas compren cada vez menos, pero gasten más tiempo y dinero en sus compras. Según la consultora, en el tercer trimestre de 2013 el volumen de unidades vendidas cayó 5% en promedio con respecto al trimestre anterior, pero el valor de la compra subió 7%.

En todo el año,

las ventas de alimentos en unidades disminuyeron 7,3%

, pero hubo que

pagar un 24,5% más por la inflación

.

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